La actividad económica en México muestra signos de debilitamiento y no se anticipa un mejor desempeño al menos en los siguientes tres años, advirtió el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).

En su análisis semanal, el organismo destacó que la conjugación de factores externos e internos pueden limitar un ritmo mayor de crecimiento de la actividad en los próximos años.

Entre los principales asuntos que pueden obstaculizar la dinámica económica destaca la reforma fiscal de Estados Unidos y la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

Sin embargo, también señaló temas como la preocupación por la volatilidad cambiaria, la inflación, la precarización del mercado laboral y el resultado de las elecciones.

Estos factores propician que los pronósticos de crecimiento económico de México entre 2018 y 2020 estén por debajo de la expansión promedio que se observaron en los primeros cinco años de este sexenio, el cual fue de 2.5%.

“Esto no es una buena noticia”, destacó el documento del CEESP, institución que dirige Luis Foncerrada.

Un asunto que preocupa al organismo es que una de las principales fuentes de crecimiento económico en el país se debe al consumo, pero debido a la pérdida del poder adquisitivo por los altos niveles de inflación, comienza a reflejar debilidad.

“Situación que puede agudizarse ante un escenario en el que se requerirá más tiempo para que el ritmo de crecimiento de los precios regrese al rango estimado del Banco de México”, detalló.

La más reciente encuesta del banco central mexicano al sector privado mostró que los pronósticos de los especialistas ubican la inflación por arriba de 4% para finales de este año y de 3.63% tanto para 2019 y 2020.

Esas previsiones sólo anticipan que seguirán las presiones para el ingreso real de las familias, abundó.

En este contexto, el centro mencionó que México requiere políticas económicas que aceleren el ritmo de crecimiento económico y el bienestar de los hogares.

“La mejor manera de combatir la pobreza es la generación de empleos bien remunerados, lo cual será posible una vez que se consolide un ambiente que incentive la inversión productiva”, destacó el CEESP.

Agregó que es clave una política tributaria y de gasto público equitativa, eficiente y transparente, acompañada de un sólido Estado de derecho que contribuya a erradicar la corrupción e impunidad en busca de un ambiente seguro y con libertades.

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