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Durante el segundo trimestre de 2017, el consumo privado se consolidó como el principal motor de la economía mexicana, al reportar un crecimiento de 3.4% respecto al mismo periodo del año anterior, con base en cifras originales, la tasa más alta desde el segundo trimestre de 2013, cuando subió 3.5%.

De esta forma, la demanda del sector privado se constituyó en la principal fuente de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) en el segundo cuarto del año, cuando la economía alcanzó un incremento anual de 1.8%, según el reporte más reciente del Inegi sobre el comportamiento de la oferta y la demanda global de bienes y servicios.

Por el contrario, el consumo del gobierno registró un crecimiento anual de apenas 0.1% en dicho lapso, su nivel más bajo desde el primer trimestre de 2007, cuando registró un retroceso de 0.2%. Esta debilidad del gasto del sector público es resultado de los recortes presupuestales anunciados para este año.

La formación bruta de capital fijo, es decir, los gastos en maquinaria y equipo, así como en construcción, continuaron su tendencia a la baja con un retroceso de 2.3% respecto al segundo trimestre del año pasado, la baja más fuerte cuando menos desde el último trimestre de 2013.

Con base en cifras ajustadas por estacionalidad, la inversión física del sector privado reportó un alza anual de 1.9% en el segundo trimestre, mientras que la del sector público se desplomó 11.4%, con lo que acumula 14 trimestres consecutivos a la baja, producto de la contención del gasto en obra pública.

Finalmente, las exportaciones de bienes y servicios reportaron un crecimiento anual de 4.6% durante el segundo trimestre del año, con base en cifras originales, tasa que contrasta con el alza anual de 9.1% en el primer trimestre. Por su parte, las importaciones reportaron un alza de 5% en el periodo señalado, cifra inferior a 7.6% alcanzado en los primeros tres meses del año.

Pese ello, el comercio de México con el exterior, tanto las exportaciones como las importaciones, se constituyeron en la segunda fuente de crecimiento de la economía en el segundo trimestre del año.

Producto de todo lo anterior, la demanda agregada del país registró un crecimiento de 2.6% en el segundo trimestre del año respecto al mismo periodo de 2016, cifra inferior al 4% alcanzado en los primeros tres meses del año.

En términos generales, el reporte sobre el comportamiento de la oferta y la demanda agregadas refleja la solidez que mantuvo la demanda interna durante el segundo trimestre del año impulsado por el consumo privado.

No obstante, hacia adelante se espera una moderación de la demanda agregada ante una fuerte desaceleración del gasto público (consumo e inversión) derivado del esfuerzo de consolidación fiscal del gobierno federal.

De igual forma, la inversión privada probablemente mantendrá una trayectoria descendente ante la incertidumbre en torno al panorama político y económico de México, comentó Alejandro Cervantes, economista senior de Banorte-Ixe.

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