Ciudad de México.- La cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) no tendría un impacto directo sobre la calificación crediticia del país, pero levantaría una alerta entre inversionistas sobre el respeto al Estado de Derecho del próximo gobierno, afirmó la calificadora Moody’s.

“El contagio en las finanzas públicas sería muy limitado, pero sería una señal negativa de hacia dónde va el nuevo gobierno", advirtió Jaime Reusche, analista de la calificadora para México.

Y agregó: "Si efectivamente no se están respetando esos contratos, no se está respetando el Estado de Derecho y caeríamos en lo mismo, los indicadores de gobernabilidad de los cuales este gobierno tiene la misión o compromiso de tratar de mejorarlos”.

Durante la Cumbre México 2018: perspectivas crediticias durante el gobierno de López Obrador , el especialista de moody’s dijo que e l principal reto que deja la administración saliente de Enrique Peña Nieto es la gobernabilidad, con el clima de inseguridad y la alta percepción de corrupción en el país.

“El principal reto es la gobernabilidad. Se ha perdido la fe en las instituciones y la gente pide un cambio”; destacó Reusche.

Moody’s

resaltó que mantener la reforma energética por parte del nuevo gobierno es la principal interrogante para los inversionistas, con lo que eliminarla tendría repercusiones fiscales en el país.

“La interrogante es si le van a dar una oportunidad, y al parecer el mensaje es que no. esto genera preocupaciones para el lado fiscal”, señaló.

Reusche enfatizó que si el próximo gobierno logra mantener el crecimiento económico de forma sostenida e inclusiva, este factor será favorable para la calificación del país.

Crecimiento decepcionante

Al evaluar el desempeño del gobierno saliente de Enrique Peña Nieto, Reusche dijo que si bien el gran legado de su administración será la aprobación y puesta en marcha de las reformas estructurales; sin embargo no fueron acompañadas por crecimiento éconómico elevado.

“Lo que ha marcado a este gobierno y será su legado fue la agenda de reformas ambiciosas, y que se pensó que no serían posibles debido a la complejidad política. Pero, el crecimiento no acompañó, a sido bajo, la inversión no acompañó”, dijo Reusche.

Reusche resaltó la estabilidad fiscal y la trayectoria descendente en el manejo de la deuda, pero enfatizó la falta de crecimiento económico.

“No fue lo que uno esperaría, fue ligeramente decepcionante”; subrayó.

En el mismo sentido, destacó como los grandes pendientes la falta de confianza en las instituciones, inseguridad y percepción de corrupción en la presente administración.

Sobre el acuerdo alcanzado en la renegociación del Tratado de Libre Comercio (TLCAN), dijo que ha disminuido la incertidumbre; sin embargo es factible un escenario donde el nuevo gobierno tenga que convivir todo el sexenio con el presidente Donald Trump en caso de que logre extender su mandato en Estados Unidos.

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