Es un hecho indiscutible que el mundo de los negocios vive inmerso en un cambio constante y cada vez más acelerado. El sector de alimentos y bebidas mundial no es ajeno a esta situación y los líderes del sector deben desarrollar las capacidades que les permitan enfrentar con éxito los retos que se presentan.

En el largo plazo, el sector enfrenta retos muy importantes.

El World Resources Institute ha identificado tres retos que es necesario balancear para crear un futuro alimentario sustentable. Primero, el mundo debe producir 70% más calorías derivadas de los alimentos entre 2006 y 2050 para satisfacer la creciente demanda.

Segundo, la agricultura emplea 28% de la población mundial y es necesario fortalecerla para reducir la pobreza, combatir el hambre y generar empleo.

Por último, se requiere hacer más eficiente la producción de alimentos y disminuir el desperdicio para paliar el impacto negativo de la agricultura en el medio ambiente ya que ésta produjo 24% de las emisiones de gases de efecto invernadero en 2010.

Por otro lado, los líderes del sector están presionados día a día por nuevos y variados retos. Deben estar preparados para enfrentar cambios radicales —políticos, de regulación, tecnológicos, sociales, derivados de cambios en los consumidores y las nuevas generaciones de colaboradores, entre otros— que pueden poner en riesgo la supervivencia de la organización.

Por ejemplo, la elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos ha provocado incertidumbre en América Latina, región que comercia una importante cantidad de alimentos y bebidas con la mayor economía del mundo.

También los cambios regulatorios pueden convertirse en un verdadero tsunami para las empresas. En varias economías se están creando nuevos impuestos para ciertos alimentos con el objetivo manifiesto de cuidar la salud de la población y el objetivo implícito de encontrar nuevas vías de recaudación hacendaria.

Un cambio particularmente importante es el de los nuevos canales de comercialización, sobre todo los relacionados con las ventas por medios digitales.

Por mucho tiempo, las dificultades logísticas relacionadas con el manejo de productos perecederos aislaron al sector del impacto del comercio electrónico; sin embargo, cada vez se desarrollan más estos canales y crecen a tasas aceleradas. Los nuevos servicios de plataformas que ofrecen hacer la compra de despensa por sus usuarios y entregarla con oportunidad en la puerta de sus casas implican cambios importantes en la forma de llegar al consumidor.

Los cambios tecnológicos pueden revolucionar al sector de alimentos y bebidas global. Ahora se pueden vender productos sin tener inventario y distribuirlos sin ser dueño de ningún medio de transporte.

Las formas de producción y de consumo que permanecieron inmutables por cientos de años no volverán a ser las mismas. Podríamos agregar a la lista los retos derivados de las nuevas generaciones y su entrada al mercado laboral, un grupo de consumidores cada vez más preocupados por la salud y la huella ambiental de los alimentos y un largo etcétera.

Por todo lo anterior, las empresas del sector de alimentos y bebidas requieren de un nuevo liderazgo para sobrevivir.

La planeación estratégica es particularmente importante, pero se debe de llevar a cabo bajo diversos escenarios y con un plan de acción contingente para cada uno de estos. Sin embargo, lo más importante para el líder del sector de alimentos y bebidas será reconocer que el cambio y la incertidumbre traen consigo grandes oportunidades que deben ser aprovechadas.

* Profesor del área de Análisis de Decisiones y Director del Encuentro del Sector de Alimentos y Bebidas de IPADE Business School
** Profesor de Entorno Económico de IPADE

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