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El Banco de México (Banxico) refrendó su postura de mantenerse ajeno a los ciclos políticos, pero no a la realidad sobre los obstáculos que impiden crecer más a la economía.

El gobernador del instituto central, Alejandro Díaz de León, dijo que si bien trabajarán con el candidato que elijan los mexicanos en las próximas elecciones presidenciales, los aspirantes deben tomar en cuenta que la realidad marca la necesidad de seguir elevando la productividad.

“En cuanto a las políticas de algunos candidatos, el Banco de México tiene un horizonte y mandato de largo plazo; somos ajenos a los ciclo políticos, pero no somos ajenos a la realidad nacional”, dijo durante su comparecencia ante la Comisión de Hacienda del Senado de la República.

Se debe buscar cómo destrabar los elementos que impiden contribuir a una mejor eficiencia de la economía, como se ha hecho con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y las reformas estructurales, consideró.

“El elemento clave es la productividad; ese debe ser el elemento clave de una estrategia de crecimiento de mediano y largo plazos, definir cuáles son los elementos que contribuyen a ser más productivo a los factores, tanto trabajo como capital, y a los diferentes elementos, y cómo se pueden destrabar algunos elementos que pueden estar incidiendo contra esa productividad”, advirtió.

Los temas de elecciones, TLCAN y créditos de nómina fueron los que generaron más cuestionamientos de los senadores al funcionario.

Y ante la insistencia del proceso electoral y la actuación del Banxico, Díaz de León respondió: “Reitero con toda neutralidad que el Banco es ajeno al ciclo político. Vamos a reconocer lo que las autoridades correspondientes determinen y vamos a trabajar con quien los mexicanos decidan elegir como Presidente de la República”.

En cada ronda de preguntas mostró firmeza en sus respuestas a los legisladores, al ponderar que están alejados de esa dinámica como una muestra del respeto a las instituciones electorales, que tienen que declarar y anunciar quién será el próximo presidente de México.

“Vamos a ser un banco central que trabaje con quien sea electo por los mexicanos y con quien sea el siguiente Presidente de este país; es una obligación institucional del Banco de México”, afirmó.

Recordó que al Banxico no le corresponde actuar ni evaluar el proceso político, “somos un instituto autónomo con un horizonte de largo plazo y mandato constitucional claro, que es mantener la inflación baja y estable y procurar el poder adquisitivo.

Transición ordenada. Aseguró que habrá una transición ordenada porque la economía tiene un andamiaje macroeconómico robusto, con una política monetaria sólida, finanzas públicas sostenibles, tipo de cambio en libre flotación, resiliencia y una línea de crédito flexible por parte del Fondo Monetario Internacional para enfrentar la volatilidad.

Al referirse a la guerra comercial que se está observando en el plano internacional, dijo que en el caso de México se debe conservar la concepción de ser una economía abierta a los flujos de capitales y que no se pierda la vinculación con las cadenas globales de valor.

“No dejarnos llevar muchas veces por esta inercia y estas políticas que a veces pueden ser muy adversas tanto para los consumidores, porque va a implicar incremento en los precios y se afectará la capacidad productiva”, alertó.

Empoderar al trabajador. En su exposición, Díaz de León destacó que la nueva regulación para el crédito de nómina que el Banxico puso a consulta pública en su portal, tiene el objetivo de corregir deficiencias y empoderar al trabajador que contrata ese tipo de préstamos.

Además, dijo que se pretende fomentar la competencia para que bajen las tasas de interés.

“El mercado del crédito de nómina tiene actualmente varias áreas de oportunidad, se ven problemas de eficiencia”, afirmó.

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