Los cambios en las reglas de origen propuestos por Estados Unidos para el sector automotriz como parte de la modernización del Tratado de Libre Comercio de Norteamérica (TLCAN), tendrán efectos adversos a los previstos por la administración del presidente Donald Trump, señala un reporte de la firma OxfordAnalytica.

El documento proporcionado a EL UNIVERSAL, sostiene que el plan estadounidense de elevar los requisitos de contenido nacional en los autos terminará beneficiando a los productores de Asia.

“La interrupción de las cadenas de valor automotriz del TLCAN en última instancia beneficiaría a los productores de autopartes de bajo costo de China y el Sudeste Asiático”.

El análisis sostiene que los productores de coches de Canadá y México tendrán menos incentivos para incorporar autopartes estadounidenses. Así que en lugar de mover la producción a Estados Unidos, estas firmas seguramente se suministrarán de fuentes asiáticas baratas para luego vender a la Unión Americana.

Tampoco se crearán más empleos en Estados Unidos como promete el mandatario Donald Trump.

“Los fabricantes de automóviles responderán a cualquier necesidad de incrementar el valor agregado en EU acelerando la automatización, minimizando las ganancias para los trabajadores estadounidenses”.

Para la consultora británica no es sorpresa que el sector automotriz sea de los sectores con más resistencia a la eventual alteración del TLCAN.

El comercio de autopartes y automóviles fue por 155 mil millones de dólares en 2016, casi 15% del comercio total entre los tres socios.

En el caso particular de México, éste sector recibió 17% de la inversión externa directa en el país en 2016, equivalente a 5 mil millones de dólares.

De acuerdo con lo estipulado en el TLCAN, 62.5% del contenido de un vehículo debe proceder de uno de los tres socios para recibir los beneficios del acuerdo.

El mismo principio se aplica para las autopartes.

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