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Los aranceles a la importación con que grava Estados Unidos al acero y aluminio mexicanos afectan las exportaciones de la industria siderúrgica de México, porque si bien se mantienen, se reduce el monto que se vende a ese país, dijo el director general del Consejo Empresarial Mexicano de Comercio Exterior (Comce), Fernando Ruiz Huarte.

Durante la presentación del Congreso Mexicano de Comercio Exterior, del 5 al 7 de septiembre próximo, Ruiz expuso que aún no se puede saber la proporción de esa reducción en los envíos porque “no tenemos las cifras, porque las recibimos como dos meses después, pero se está vigilando [el comportamiento]”.

Subrayó que no se debieron imponer los aranceles de 25% al acero y de 10% al aluminio de México, porque en esos segmentos los estadounidenses tienen superávit comercial.

En respuesta a los gravámenes estadoundienses, el gobierno mexicano impuso represalias comerciales a productos de ese país por casi 3 mil millones de dólares, algo que también hicieron otros afectados por la decisión, como la Unión Europea y Canadá.

Para Ruiz, aún no hay presión por parte de los sectores afectados en EU por los aranceles que aplicó México, y se esperaría que los afectados pidan al Congreso de EU y a la Casa Blanca que se retiren los aranceles al acero y aluminio.

Ayer, el Senado estadounidense aprobó una moción no vinculatoria para restaurar la facultad del Congreso de definir cuándo imponer aranceles por cuestiones de seguridad nacional.

Los aranceles ya provocaron una guerra comercial entre Estados Unidos y China, enfrentamiento que podría provocar una disminución del comercio mundial.

Explicó que no se había visto en años una disputa en la que un país aumentaba los aranceles a otro y viceversa.

TLCAN, hasta 2019. La renegociación del TLCAN “difícilmente” se logrará este año, por cuestiones atribuibles a Estados Unidos, dijo el directivo.

“Las negociaciones están en stand by y parece que no se reactivarán hasta después de noviembre”, comentó.

Expuso que no debe pensarse en un acuerdo “light” o de alcance limitado, sino en uno completo que verdaderamente genere beneficios para México, EU y Canadá.

Un consenso se dará hasta después de las elecciones estadounidenses de noviembre próximo, debido a que la Casa Blanca usa el tema comercial como un argumento político para atraer votantes, dijo.

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