La Banca de Desarrollo ha reducido los créditos en la administración actual por la falta de presupuesto, incumpliendo su objetivo de facilitar el acceso al ahorro y financiamiento en el país, opinaron expertos.

En los primeros 42 meses de este gobierno, es decir, del 1 de diciembre de 2018 al 31 de mayo de 2022, el crédito total otorgado por la Banca de Desarrollo acumula una disminución de 7.6% al restar la inflación.

Esta tasa contrasta con el periodo similar de Enrique Peña Nieto, cuando los préstamos totales repuntaron en términos reales 40.8% del 1 de diciembre de 2012 al 31 de mayo de 2016, de acuerdo con información del Banco de México (Banxico).

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“A nivel presupuestal, la Banca de Desarrollo se ha visto limitada en recursos por parte del gobierno federal. Básicamente está operando con recursos propios y con todos los créditos que venían colocando de años anteriores y con sus propios recursos”, explicó Ramón Martínez Juárez, especialista de la Escuela Bancaria y Comercial (EBC).

Desde su punto de vista, la reducción presupuestal ha tenido como consecuencia una disminución importante en los apoyos vía créditos a todos los sectores. Destacó que el papel de la Banca de Desarrollo se ha visto limitado para el desarrollo de empresas, que aún siguen buscando financiamiento en proveedores y otras alternativas fuera del sistema financiero.

En su opinión, ante las mayores tasas de interés por las presiones inflacionarias, el papel de la Banca de Desarrollo va a seguir siendo restringido.

“La Banca de Desarrollo requiere de mucho más apoyo por parte del gobierno federal para poder crecer… principalmente apoyando a empresarios del sector manufacturero y agropecuario”, señaló en entrevista con EL UNIVERSAL.

La Banca de Desarrollo está compuesta actualmente por seis instituciones: Nacional Financiera (Nafin), Banco Nacional de Comercio Exterior (Bancomext), Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras), Banco Nacional del Ejército, Fuerza Aérea y Armada (Banjercito), Sociedad Hipotecaria Federal (SHF) y Banco del Bienestar.

Sobre el papel de este último, resaltó que se ha sacrificado el crédito por priorizar la dispersión de recursos.

Banco del Bienestar ha frenado la inversión en tecnología. Está concentrado únicamente en temas de (...) apoyo a los programas sociales. No hay un desarrollo importante en proyectos para el desarrollo y los créditos están (...) paralizados”.

La información de Banxico detalla que el crédito total otorgado por la Banca de Desarrollo se redujo 4.7% en mayo de este año frente al mismo mes de 2021 al restar la inflación.

Se trata del decimoquinto mes consecutivo a la baja, pues sus préstamos no han dejado de disminuir desde marzo de 2021. El declive más severo corresponde al financiamiento canalizado a las empresas privadas, cuyo crédito se desplomó 13.1% en mayo, siendo la peor caída desde que hay registro comparable, a partir de julio de 2010, y significa el sexto mes seguido con descensos a tasas de doble dígito.

Los créditos a empresas concentran una cuarta parte de la cartera total de la Banca de Desarrollo y están vinculados con nuevos proyectos que dan impulso a la economía.

El financiamiento a gobiernos estatales y municipales disminuyó 4.6% en mayo, el peor retroceso desde que hay registro comparable en Banxico, a partir de julio de 2010. Los créditos al sector público federal, cuya proporción es de 42% del financiamiento total de la Banca de Desarrollo, descendieron en 2.6%.

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Oportunidad perdida

Para la Cepal, el limitado papel que desempeña la banca de fomento en México se confirma por su reducida participación en el financiamiento total al sector privado no financiero.

Esto ha contribuido a fortalecer el crédito desde la banca comercial, pero ha restringido la realización de otras tareas complementarias como las de banca de inversión, fomento a la industrialización y respaldo a los proyectos estratégicos.

Con AMLO, la Banca de Desarrollo reduce créditos
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