Por una disputa legal, la puede encontrarse con una “piedra” en las pistas de cara a su participación en México.

De acuerdo con el despacho de abogados, especialista en Propiedad Industrial, De la Torre, Rodríguez y Salazar, los derechos de la marca F1, F2 y Fórmula 1 pertenecen a la empresa mexicana de México desde 1979, por lo que algunas de las escuderías participantes en el Gran Premio de la Ciudad de México “podrían violar derechos de marca de la empresa Bardahl”.

Podríamos incluso exigir, añadió, “que las escuderías no corran promoviendo aceites y lubricantes con la marca F1 y que respeten la Ley de Propiedad Industrial de México”.

Oscar de la Torre Jara, socio director de la firma de abogados señaló que, de acuerdo con la Ley de Propiedad Industrial de México, “las escuderías no pueden, ni deben, exhibir en sus autos la publicidad sobre el uso de las marcas Fórmula 1 y F1, cuando simultáneamente también se publiciten aceites lubricantes ajenos a Bardahl.

“Sólo pedimos que se respete el uso exclusivo de la marca para las categorías de aceites, lubricantes y aditivos de las que es titular la compañía Bardahl”.

Detalló que presentarán una querella, pues el Gran Premio tomó el nombre de Fórmula 1 para nominar su competencia a escala mundial, y obtuvo el registro 749056 otorgado en Benelux el 19 de enero de 2004, “25 años después de que la firma mexicana registro la marca.

De la Torre Jara añadió que el registro de la marca internacional “fue aprovechado por fabricantes de aceites y lubricantes que patrocinan a algunas escuderías que participan en el Gran Premio, usando en México indebidamente las marcas F1 y Fórmula 1, con el objeto de promocionar productos lubricantes producidos y comercializados por empresas ajenas a Bardahl.

“Debido a los tratados internacionales que se han suscrito, en nuestro país se respetan y reconocen los derechos de propiedad industrial generados en primer lugar en el resto del mundo, por lo que hoy existen registros de marcas y signos distintivos que se han concedido en cumplimiento a estos tratados.

“Sin embargo, dichos tratados no se ocupan únicamente de los derechos generados en el extranjero, sino que también le conceden, de manera relevante, un reconocimiento prioritario a los derechos adquiridos que fueron generados en México con antelación, por lo que exigimos se reconozcan y respeten estos derechos de Bardahl generados en primer lugar, de la misma manera como se respetan los derechos de los extranjeros cuando éstos son prioritarios”, destacó el abogado.

El abogado especialista reiteró, por tanto, que, de acuerdo con la Ley de Propiedad Industrial de México , “las escuderías están impedidas exhibir en sus autos la publicidad sobre el uso de las marcas Fórmula 1 y F1, cuando simultáneamente también se publiciten aceites lubricantes ajenos a Bardahl”.

El despacho de abogados detalló que, desde 1979, los derechos de las marcas F1, F2 y Fórmula 1 pertenecen a la empresa mexicana Bardahl de México, S.A. de C.V. según se desprende del registro ante la Dirección de Invenciones y Marcas de la entonces Secretaría del Patrimonio Nacional, con números de registro 234350 y 447964.

Por lo tanto, la empresa Bardahl de México S. A. de C. V. es la primera, única y legítima propietaria de dichas marcas.

Desde entonces la empresa mexicana lanzó al mercado dos nuevos productos lubricantes con las marcas Fórmula 1 y Fórmula 2; el primero para utilizarse en autos nuevos y el segundo en unidades vehiculares con más de 70 mil kilómetros recorridos.

Para agosto de 1992 se constituyó la empresa F.I.A. de B.V. de origen holandés, que el 8 de septiembre de 1993 cambió de nombre a FIA B.V. y el 9 de noviembre de 1994 ajustó esta denominación social a GISS Licensing B.V. y posteriormente, a la actual denominación Fórmula One Licensing B.V. el 26 de mayo de 1999.

“Antes del 25 agosto de 1992 la hoy denominada empresa Fórmula One Licensing B.V. (Formula One) aún no existía, ya que no estaba constituida. De igual manera, a las carreras del Campeonato Mundial de autos únicamente se les denominaba Gran Premio”, recordó el legista.

Incluso, alegando un “mejor derecho”, en 2015 Formula One demandó la nulidad de las marcas Fórmula 1 y F1 así como de las diversas marcas derivadas de la titularidad de Bardahl, e inició una disputa legal, a pesar de que inicialmente, esta empresa extranjera se constituyó 14 años después de que la mexicana Bardahl obtuviera legítimamente los derechos de la marcas.

“Resulta incluso aún más extraño que Formula One pretenda tener un mejor derecho sobre la marca en nuestro país, demandando la nulidad 36 años después de la concesión a Bardahl en octubre de 1979, del registro de marca (234350) Fórmula 1”, planteó.

Comentó que, incluso, la propia Formula One aceptó ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial ( IMPI ), que la marca usada de 1986 a 1992 para distinguir al evento automotriz en México era el de “Gran Premio de México” y no incluía los distintivos Fórmula 1 y F1.

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