Con una reestructura financiera y la inyección de capital de un tercero, Aeroméxico busca renacer de las cenizas y retomar el vuelo, cual Ave Fénix.
El jueves pasado, la aerolínea informó que una sociedad no relacionada con la compañía lanzó una oferta pública de adquisición de acciones de Aeroméxico a un valor de un centavo de peso por cada acción.
Esto significa que un tercero quiere inyectarle capital a la aerolínea para que pueda seguir operando y su oferta es comprar a ese precio miles de acciones de Aeroméxico.
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La firma detalló que este tercero podría adquirir un máximo de 331 millones 480 mil 713 acciones, que representan 49% del capital social de la aerolínea. Esto ocasionó que el precio de las acciones de Aeroméxico terminara ayer en 1.16 pesos, su peor cierre desde que comenzó a cotizar en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), el 14 de abril de 2011.
En los últimos dos días, el valor de sus títulos se hundió 68.6% y equivale a una pérdida de mil 726 millones de pesos en capitalización bursátil.
La pérdida de valor de las acciones se debe a que, al entrar un tercero que adquiere muchas de éstas a un centavo, las del resto de los accionistas automáticamente bajan de valor, explicó Jonathan Félix, analista del sector de Verum.
Con la entrada de capital de un tercero, la participación accionaria del resto de los accionistas se verá diluida.
Por lo tanto, una vez que la aerolínea salga del Capítulo 11 de la Ley de Quiebras en Estados Unidos y concluya la adquisición de acciones de este tercero, un nuevo grupo de accionistas mexicanos estratégicos se quedará con 4.1% de la compañía (Eduardo Tricio Haro, Valentín Diez Morodo, Antonio Cosío Pando y Jorge Esteve Recolons): Apollo, con 22.4%, y Delta Airlines, 20%.
El futuro de Aeroméxico
Una vez que el tribunal confirme el plan de reestructura, Aeroméxico estará lista para salir del Capítulo 11 como una compañía fortalecida financieramente y mejor posicionada.
Fernando Gómez, analista de aviación, comentó que aún falta que un juez en Estados Unidos apruebe dicho plan y que el dinero de los inversionistas caiga en las cuentas de la aerolínea.
Si a la aerolínea del Caballero Águila le sale bien todo, podrá salir del Capítulo 11 como una aerolínea “consolidada, con nuevo capital, con una reconfiguración de sus accionistas de control y en crecimiento, ya que cuenta con la flota aérea más grande del mercado”, indicó.
De acuerdo con el analista de Verum, la inyección de recursos por parte del tercero que comprará acciones, así como por el capital que invertirán los accionistas mexicanos fortalecerá la estructura de la aerolínea y apuntalará su crecimiento.
“El sector de la aviación no está totalmente recuperado. Volaris y Viva Aerobus están recuperadas y mejor que antes de la pandemia, y Aeroméxico ha podido recuperarse en cierta medida más rápido que si Interjet siguiera operando.
“En su plan de reestructura a lo que están apostando es a tomar parte del mercado que dejó Interjet, que sea atractivo para su modelo de negocio y lo que no, lo tomarán las aerolíneas de bajo costo”, explicó Félix.
El 30 de junio de 2020, Aeroméxico inició un proceso voluntario de reestructura financiera bajo el Capítulo 11 ante las dificultades de enfrentar una deuda cercana a los 5 mil millones de dólares, luego de la caída del tráfico de pasajeros que ocasionó la pandemia por Covid-19.
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