La Cumbre del Clima, la COP21 que se realizará la siguiente semana, pretende reunir a más de 130 Jefes de Estado y de Gobierno y se espera que en ella se acuerde el primer acuerdo climático mundial que entre en vigor en 2020. Con este acuerdo se buscaría acelerar la transición al uso de energías renovables en todo el mundo dejando atrás el uso de combustibles fósiles.

Sin embargo, la incertidumbre se ha apoderado de una buena parte de los asistente. Luego de los atentados ocurridos en Paris ha sido evidente que la Cumbre del Clima que está por celebrarse en la ciudad luz ha pasado a segundo o tercer lugar en las prioridades de las autoridades parisinas y en las de los jefes de Estado del mundo. No es para menos. Tan acostumbrados estamos a los ataques y terrorismo digamos en África u Oriente Medio que ni siquiera son noticia, pero un ataque tan certero en el corazón de la cultura nos sacude las entrañas.

Paris es hoy un búnker y lo será más en los próximos días. Las medidas excepcionales han hecho que los turistas cancelaran sus vacaciones a la ciudad, con lo que los hoteles, las zonas turísticas y los cafés lucen vacíos, aunque no por mucho tiempo.

Hay una consecuencia clara que los atentados han dejado frente a la COP21 y sus resultados: la irremediable liga que tiene su celebración como una muestra de fuerza y unión frente a los terroristas.

Celebrar la COP como una forma de demostrar a los terroristas del Estado Islámico y de cualquier otra creencia fundamentalista que Occidente no tiene miedo, que es capaz de reunir a una gran cantidad de Presidentes y Primeros Ministros en  la ciudad de los atentados.

Ya lo ha venido señalando Obama “La Cumbre del Clima será un revés para los terroristas”, señalando que la COP21 demostrará que “no tenemos miedo”.  “Es absolutamente vital para todos los países y todos los líderes enviar el mensaje de que la crueldad de un puñado de asesinos no impedirá al mundo ocuparse de los asuntos importantes” "No sucumbiremos al miedo. Éste es el poder que los terroristas quieren tener sobre nosotros”. “No podemos permitir que el miedo nos divida”.

Ciertamente, con el inicio de la COP se espera la llegada de cientos de participantes en los más de 2000 eventos que se llevarán a cabo en paralelo con las reuniones ministeriales, lo que supondrá una presión más para las instancias de seguridad.

Pero no sólo los discursos serán cooptados por el tema del terrorismo, también los medios de comunicación se enfocarán más en buscar declaraciones relacionadas, notas y acontecimientos sobre ello haciendo a un lado la cobertura de lo importante, el acuerdo del clima y el compromiso global de disminuir la dependencia de combustibles fósiles. No puedo sino sonreír amargamente ante la paradoja de que la guerra en Siria tiene su origen en dos asuntos relacionados directamente con el cambio climático y lo que sucederá en la COP21: petróleo (y la ambición de tenerlo) y la terrible sequía a la que se han enfrentado en el país provocando pobreza, migración y falta de oportunidades… llevando a muchos a unirse a ISIS como último recurso…

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