Embajada de Cuba en DC: un hito histórico

Una imagen histórica recorre los ordenadores de millones de lectores del mundo: la bandera cubana ondea en la capital del país más poderoso del mundo, Washington, D.C.

Es simbolismo puro. El fin de una era y el inicio de otra. Para bien y para mal. El triunfo de las ideas capitalistas sobre el socialismo y más aún sobre el comunismo.

Aún cuando la isla ya había dado pasos importantes en pos del liberalismo económico, esto aún era un sueño, especialmente por el bloqueo económico y por el fuerte peso de la revolución cubana en el imaginario colectivo de sus ciudadanos.

Con Castro enfermo y Raúl en el poder, el camino había empezado a trazarse. El puntapié lo dio la falta de recursos frescos provenientes de Venezuela luego de la muerte de Hugo Chávez. Aún cuando Cuba como socio poco significaba económicamente, política e ideológicamente seguía siendo un gran referente para los movimientos sociales de izquierda.

No más. El triunfo es del imperio. Primero la embajada de Cuba en la capital del mundo y luego, cuando el vicepresidente de Estados Unidos tenga tiempo, vendrá la apertura de su referente en la Habana.

Para los cubanos, este momento puede ser de alegría y de temor ¿es mejor tener a Estados Unidos de amigo o de enemigo? Ya lo diremos los mexicanos, con tantos años de relación y apenas algunas migajas arrancadas a nuestro principal socio comercial. La apertura de Cuba implica una apertura no sólo diplomática sino también económica (un respiro que tanto le urge a la isla) pero que puede convertirla en un nuevo Cancún en el Caribe. paraíso de arena y playas con malls y hamburguesas para los spring breakers.

Porque seamos honestos, Cancún es un destino para estadounidenses, no para mexicanos, desarrollos turísticos masivos sin ningún interés de protección por la vida marina y los corales. Desarrollos masivos sin equivalente en ingresos para los trabajadores locales.

Ya se ha anunciado el desarrollo de doce nuevos resorts de golf, exclusivos para la demanda turística estadounidense, una nueva línea de cruceros de marca estadounidense, ha anunciado su interés en comenzar a operar el siguiente año y muchas otras inversiones más vendrán y con ello también el deterioro de la herencia natural cubana. Al tiempo.