Una cosa que me parece  casi insoportable es escuchar el despertador en la mañana y poner snooze en vez de apagarlo. Ese  ir y venir entre el sueño y el “ya me tengo que levantar” es angustiante  y frustrante. Después viene el discernimiento  y la pregunta: ¿estaré cansada de verdad o solo tengo flojera?  Cansada vs Flojera.

A veces es difícil identificar  las sensaciones reales del cuerpo principalmente porque este es regido por la mente y la mente es muy astuta.  La mente llámese el ego revoltoso, siempre encontrará el pretexto ideal para boicotearnos y plantarnos una ilusión de satisfacción inmediata.  ¿Por qué mencionar o hablar del ego como si fuera algo externo a nosotros si  en realidad es parte de nosotrxs mismxs? Porque así parece. Es como tener dos voces dentro de la cabeza, la que sugiere el “bien” pero que pareciera que se requiere de un esfuerzo  mayor  y la que sugiere “el mal” o  la satisfacción inmediata. La que sugiere lo bueno implica el esfuerzo de salirse de la cama, ponerse unos pants y salir a correr, quizá ese proceso sea hasta doloroso y tormentoso  pero traerá eventualmente una satisfacción bastante más sustanciosa que el quedarse en la cama. No es que exista un mal o un bien,  finalmente haremos lo que más nos convenga, pero si somos honestxs podremos ir venciendo la flojera más veces y en condiciones más difíciles.

Algo que funciona casi siempre es comer algo, si acostumbras comer una fruta al despertar o antes de salir a hacer ejercicio ese día come algo más, quizá un pan con crema de cacahuate.  Un premio  ayuda bastante  porque te subirá la energía  un poco más de lo acostumbrado   y eso definitivamente borrará la flojera una vez que empieces la actividad.

No todo es forzarse, también hay que aprender a escuchar el cuerpo y lo mejor para reponerlo  o recuperarlo es el descanso o cambiar la actividad ese día. Si tenías pensado  hacer una sesión de entrenamiento pesada, a lo mejor la puedes cambiar por una buena caminata o hacer un poco de ejercicio en tu casa o en algún parque. Unas series de abdominales, lagartijas y sentadillas que no tardes más de 20 minutos puede darte fuerza sin un desgaste significativo ni te provocará un cansancio excesivo.  Si de verdad traes un cansancio crónico por el ejercicio o por no dormir, estrés o cualquier razón optar por el descanso total puede ser la mejor opción también. A veces pensamos que si descansamos se va a acabar el mundo, pero la realidad es que no pasa absolutamente nada, ni baja el rendimiento ni te va a salir más panza.

La experiencia va dándote pautas pero sobre todo  te puede ayudar a aprender a conocer tu cuerpo y para  no dejarse engañar por el ego.

Twitter @reginakuri

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