Qué difícil es ver una posibilidad dentro de una caja negra. Cualquier situación buena o mala que nos suceda siempre trae consigo una posibilidad de aprendizaje y eso  en mi opinión es algo favorable. Aún en la enfermedad o en el negro escenario, tenemos la opción de convertirnos en esa enfermedad o darle la vuelta a la página y aprender de eso.

Antes de caer en la conmiseración y en el odio absoluto al mundo y unx mismx,  cosa que sería lo común y la reacción inmediata, es necesario regresarnos al momento presente.  La mayoría de las reacciones negativas ante una tragedia, enfermedades  o  cualquier cosa que nos saque del bienestar, se generan en escenarios del futuro o el pasado. Es imprescindible  regresar al tiempo presente, hacer una evaluación del momento sin incluir suposiciones futuras o remordimientos pasados,  esto puede evitar que el dolor provocado por la situación  se convierta en un sufrimiento profundo. Aun cuando la situación claramente sea  muy complicada, el hecho de estar presente podría proporcionar perspectiva.  El dolor no se hará menos pero tendremos  algo de serenidad para aceptar las situaciones o hechos que no podamos cambiar. Ante lo inevitable, lo único que podemos generar para aliviarnos es aceptación, no resignación. La aceptación trae consigo una visión  y actitud distinta, en cambio la resignación quizá da un poco de paz pero no cambiará nuestra actitud ante el hecho.

No significa que tenemos que aceptar todo, habrá cosas que vayan totalmente en contra de nuestros principios o que de momento consideremos inconcebibles.  Situarnos en el presente nos invita a evaluar nuevamente las posibilidades de crecimiento y tomar acción. A veces nos comportamos de distinta manera frente al mismo hecho que se repite en tiempos distintos.  Lo que parece destructivo una vez  puede parecer como una oportunidad en la siguiente,  pero para verlo sin duda hay que estar en el presente.

Twitter @reginakuri

Google News

Noticias según tus intereses