La entrada en vigor del Nuevo Sistema de Justicia Penal (NSJP) el pasado 18 de junio de 2016 considera la implementación de la figura del juez de control, conocido en otras latitudes como juez de garantías. En este artículo nos preguntamos en qué consiste esta figura y cuál es su utilidad en el proceso penal.

La figura del juez de control para el caso mexicano surge de la reforma en materia penal aprobada en 2008, particularmente en el artículo 16 de la CPEUM que reza:

Los Poderes Judiciales contarán con jueces de control que resolverán, en forma inmediata, y por cualquier medio, las solicitudes de medidas cautelares, providencias precautorias y técnicas de investigación de la autoridad, que requieran control judicial, garantizando los derechos de los indiciados y de las víctimas u ofendidos. Deberá existir un registro fehaciente de todas las comunicaciones entre jueces y Ministerio Público y demás autoridades competentes. Las intervenciones autorizadas se ajustarán a los requisitos y límites previstos en las leyes. Los resultados de las intervenciones que no cumplan con éstos, carecerán de todo valor probatorio.

Como se arguye después de leer el artículo constitucional, la función de este juez reside en el acompañamiento y supervisión de distintas etapas del proceso penal en beneficio del imputado así como de la víctima, es por esto que en otros países se le conoce como juez de garantías ya que su principal función radica en velar por las mismas.

Podemos argüir que el juez de control velará por la transparencia y la correcta aplicación de los ordenamientos judiciales en las etapas del proceso penal, esto a diferencia del oscurantismo que caracterizaba al sistema de justicia anterior, en donde en la práctica, tanto las víctimas como los imputados eran dejados de lado y a merced de los vicios e irregularidades procesales de los tribunales penales que atendían los casos. Este juez se encargará de preparar todo el proceso penal hasta que llegue a la fase de juicio oral.

Uno de los principales reclamos del sistema de justicia en México es precisamente la falta de transparencia y legalidad de los actos administrativos que se suceden a lo largo del juicio, y que terminan obstaculizando la procuración de justicia en detrimento de la sociedad en su conjunto. El juez de control viene a arrojar luz en el laberinto procesal y garantizar que se respeten las garantías individuales de las partes en disputa.

Resulta importante comenzar a monitorear de manera cercana el desempeño de estos jueces a efectos de validad si están cumpliendo con las expectativas que se tiene sobre ellos. De entrada, habría que comenzar socializando el concepto ya que resulta desconocido para la mayor parte de la población.

Yani Limberopulos Fernández

Investigador ONC

@orangeagent @ObsNalCiudadano

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