Estaba, literal, tirada en la cama pensando, sin pensar en algo definido, que cosa más complicada cuando hay tantos pendientes y casi tienes la cabeza en blanco y no es que no tenga cosas importantes que hacer, simplemente quieres tener la cabeza en blanco.

En eso estaba cuando sonó el teléfono, era la voz siempre agradecida de Feliciana Montejo Manzano, la cocinera tradicional de Tahdziu, estaba feliz porque ganó por segunda ocasión en el Concurso de Cocina Tradicional de Yucatán el pasado 26 de febrero, en la categoría de aprovechamiento con el platillo Chochicax, Tripas de la gallina; es un platillo que logra reducir al máximo la merma y el desperdicio de un ingrediente, al recuperar las tripas de gallina.

Feliciana no deja de sonreír, es como si todo en la vida le fuera sencillo. Sólo le marco para dar las gracias me dijo, entonces las lágrimas contenidas después de tantas emociones salieron sin previo anunció.

La palabra clave, me dijo, es la que usted nos enseñó, se llama voluntad y por eso quiero dar las gracias, por la voluntad de todos ustedes para que estemos bien todas, porque he pensado en lo que usted nos dice, somos muchas cosas en la vida, campesinas, leñadoras, bordadoras, artesanas, mamas, enfermeras, doctoras y además cocinamos.

Pero parecía que nadie nos quería ver, que permanecíamos escondidas tras el humo de nuestra cocina, como si no fuera importante nuestra presencia, porque de una u otra manera siempre estamos ahí cocinando, torteando y sirviendo a todo el que llega, al fin que para eso estamos, para eso nos educaron.

Pero quiero dar las gracias porque me han hecho feliz, aquí en el pueblo la vida es pobre y difícil, pero queremos que nuestros hijos estén mejor que nosotros, por eso le doy gracias a todo, al sol, al agua, a la tierra, al viento y a ustedes que hacen posible que veamos otras cosas.

Gracias por dejarnos conocer a tanta gente, gracias por el apoyo, gracias por el amor y gracias porque tienen la voluntad de hacer que nosotros brillemos.

Feliciana es una mujer joven, de pocas palabras, bajita de estatura, con un gran corazón que se ve reflejado en su rostro.

La llamada finalmente me dejo pensar claramente en una cosa, en lo valioso que es tener buena voluntad para que las cosas salgan adelante y en lo importante que es dar gracias por tener vida.

Aquí les dejo unas fotos de Feliciana, nuestra cocinera tradicional de Yucatán.

Google News

Noticias según tus intereses