Una de las tradiciones más arraigada en el mes de diciembre en nuestro país es la representación de la pastorela cuyo origen se remonta a 1530 con Fray Juan de Zumarraga.

Sin embargo, para finales del siglo XVII y hasta la actualidad, las pastorelas cambian la forma de contar las historias, sin perder su esencia.

Desde entonces, este género dramático se ha representado en época navideña en los teatros mexicanos y, a pesar de que ha sufrido innumerables transformaciones, aún conserva un contenido y una estructura más o menos permanente, cuyo tema central sigue siendo el nacimiento y la adoración del niño Jesús.

Las pastorelas como actualmente las conocemos, aunque tienen su origen en la época virreinal y ayudaron a la evangelización de la población indígena, tomó la forma de teatro popular con José Joaquín Fernández de Lizardi, quien escribió en el siglo XIX “La Noche más Venturosa”, primera pastorela representada en un escenario y cuyo elenco eran artistas dedicados al teatro.

Una de las características de estas obras es la participación de los pastores que llevan por nombre Bato, Brasy o Gila, entre otros; los demonios encabezados por Lucifer; San Miguel Arcángel, San José, la Virgen María y el Niño Jesús.

La pastorela mexicana generalmente termina en una posada tradicional que recuerda el peregrinar de María y José durante nueve días, en ellas se canta la letanía y algunos villancicos, se pide posada y se rompe la piñata de siete picos, desde luego se sirve ponche, buñuelos, tamales, atoles y a los niños se les entregan los famosos aguinaldos.

En esta ocasión quiero recomendar la pastorela “Como Te Quedó el Ojo, Lucifer”, de Norma Román Calvo y que dirige la maestra Ada Contreras. Aquí la descripción: Lucifer puso a sus vasallos Ignorancia y Egoísmo a vivir en el campo, donde se hacen pasar por unos pastorcillos más y han logrado llevar por los caminos de la envidia, gula, vanidad y codicia a todos sus vecinos. Lucifer llega a supervisar esos trabajos para constatar que son un éxito; hasta que el Arcángel Miguel, quien viene a dar una noticia importante a los pastores, descubre los trabajos que Lucifer ha hecho sobre los sentimientos y valores humanos y los hace reflexionar hablando del Amor y del nacimiento del Niño. Esto provoca un enfrentamiento entre Lucifer y Miguel y entre los pastores y los diablos, mismo que culmina con la derrota de Lucifer y sus vasallos.

La puesta es divertida y muy entretenida, el tono es familiar y los villancicos mexicanos enmarcan muy bien la festividad.

Esta representación tendrá lugar el próximo sábado 10 de diciembre en Casa Fernanda en Tepoztlán, Morelos. Asimismo, se presentará en El Mesón del Cid donde ya están abiertas las reservaciones

Google News

Noticias según tus intereses