Miles y miles de personas llegaron a la tercera edición de la Feria Nacional de Pueblos Mágicos, realizada el pasado fin de semana en el Centro de Congresos de Querétaro. Todo un éxito, pero más aún cuando hubo algunos grupos de personas que fueron a buscar sus próximos recorridos a los Pueblos Mágicos.

Resulta que dentro de los visitantes se vio a un grupo de cincuenta y cuatro jubiladas que se dedican a viajar por México, específicamente  a los Pueblos Mágicos y que han considerado al programa como un éxito, evidentemente ellas tienen un catálogo de los que en su concepto más cumplen y los que menos cumplen; según dicen estas jubiladas la mejor manera de conocer el país es a través de los Pueblos Mágicos.

María Antonia platicó con nosotros y en realidad se ha vuelto toda una erudita en el tema, dice que uno de los pueblos que más le han gustado ha sido Cuetzalan, enclavado en la sierra norte de Puebla; la llegada fue espectacular –estaba todo verde con grandes helechos que dicen que existen desde la época de los Dinosaurios, después llegamos al pueblito donde pudimos comer unas ricas acamayas endiabladas y unos tlatloyos de alberjones.

Visitamos la iglesia de San Francisco, donde se han hecho algunas telenovelas y nos gustó mucho la iglesia de los jarritos, de ahí nos fuimos a la zona arqueológica de Yohualichan, zona gemela del Tajín.

Afortunadamente el tour nos dio la oportunidad de conocer el tianguis que se instala los domingos es espectacular, pues ves a las comunidades vestidos conforme a los usos y costumbres, hablan totonaco y practican el trueque-

La mujer estaba emocionada, incluso me dijo que había encontrado a la misma artesana a la que le compró rebosos en Cuetzalan en la Feria de Pueblos Mágicos.

Actualmente son 111 los Pueblos Mágicos certificados por la Secretaría de Turismo Federal y según los últimos datos a la tercer feria entraron cerca de 40 mil personas.

Sirvan estas líneas finales para hacer un reconocimiento a la maestra Olivia González del Instituto Gastronómico de Estudios Superiores, quien coordinó el pabellón gastronómico de la feria con mucha sensibilidad en cuanto a la división geográfica que se hizo; en el sitio se podía degustar, carnitas de Michoacán, cochinita pibil de Yucatán, Tlatloyos de Tlaxcala y Puebla y carne machaca entre otras delicias tradicionales. Además Querétaro de lució con su exposición de quesos y vinos.

Manolita Recomienda. - La semana pasada tuve la oportunidad de comer en casa Merlos de la chef Lucia Merlos, quién ha hecho un rincón poblano del siglo XVIII en la colonia Observatorio de la Ciudad de México. Merecidamente la chef se ha ganado este año el molcajete de plata otorgado por la cofradía de la Zona Rosa, la Academia Mexicana de Gastronomía y la Asociación Mexicana de Restaurantes. En el sitio usted podrá degustar las tradicionales chalupitas; mole poblano, pepián, y los tradicionales totopostles, conocidos también como pacholas en el sureste mexicano; de postre le recomiendo el arroz con leche y el flan. En esta época inicia el festival del Mole y casa Merlos ofrecerá el tradicional mole de cadera. El lugar abre solo de jueves a domingo de 13 hrs a 18hrs.

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