Manolita se sentía afortunada a sus ochenta años, siempre rodeada de amor y acompañada de su familia en todas sus aventuras por locas que parecieran. Vivía enamorada de su labor de su cultura de sus amigos y de su país.

Después de un largo suspiro y cerrar los ojos sintió en su hombro la cálida mano de su compañero de vida, Rodrigo entendía perfectamente desde el día mismo que conoció a su mujer, cada uno de sus ademanes, el porque de sus preocupaciones  y sus alegrías.

Sin voltear a ver tomó la mano del hombre a quien le dijo - somos unos afortunados, siempre lo he dicho, has sido el amor de mi vida, supe desde el día que te vi por primera vez que tenía que pasar por todo lo que hemos pasado juntos para llegar a este punto y decirte que todo ha valido la pena que he sido muy feliz, gracias.

Acercando la boca al oído de su mujer Rodrigo susurró ¿Quieres bailar conmigo bella dama? como si se tratara de enamora a la mujer nuevamente

Ella le acarició la mejilla y sin mayores preámbulos reposo su brazo en el hombre de su pareja para iniciar el baile, la música no podía ser mejor se trataba de aquella melodía que Rodrigo cantaba todos los días al llegar a casa desde hacía 55 años.

Bonita como aquellos juguetes que yo tuve en los días infantiles de ayer ...

Gracias Manolita, balbuceó de nuevo Rodrigo, por tanto amor y por tanta paciencia, por haberme dado todo esto y por seducirme todos los días desde que amanece con el regalo de tu sonrisa al verme junto a ti por las mañanas, por tus palabras, tus risas y  tus apapachos  culinarios

En ese momento ella rió y lo interrumpió cerrando sus labios con su mano blanca y aún gordita con esos hoyitos que le recordaban a un bebé.

Manolita disfrutaba el baile con su marido y como se trataba de estar alegre y recordar sin más, inició: Te acuerdas que decías que no te gustaban los alberjones ni los ayocotes y que una tarde sentado en el tlecuil de casa de doña Elenita te sorprendí  comiendo tlatloyos muy quitado de la pena platica que platica con don Nachito porque habíamos salido a recolectar hongos silvestres y se nos había hecho de noche y según tú estabas tan preocupado que te dio por comer todo lo que fuiste encontrando

Doña Elena, dijiste, esta comida está muy buena, estabas algo apenado por haberte metido a la cocina de la recolectora de hongos sin pedir permiso, pero ella fue muy amable y sin pedir ninguna explicación por la  invasión, gentilmente, te dijo, tengo unas tortitas de habas se las voy a servir, no te dio oportunidad de decir no y mucho menos te atreviste a insinuar que no te gustaban la habas.

Hemos estado conversando sobre algunas cosas su marido y yo, según entiendo, dijiste, usted diario lo impresiona con los sabores y olores que salen de esta cocina, pero la temporada más buena es esta por la variedad de hongos que se recolectan

Ya me enteré que usted hace unos tamales de hongo clavito que acompaña con un atole rosa de maíz morado, cualquier día de estos la venimos a ver para aprenderlos hacer, ahí  como ve de modesta a mi Manolita es buena para hacer de comer.

Ambas te dejamos que siguieras con tu soliloquio estaba claro que no dejarías de hablar por más muecas que yo te hiciera.

Y cuénteme Elenita cuántos tipos hongos hay por aquí, mire Rodrigo hay de varios, cemitas, romarias, las patitas de pájaro, los tecomates y muchas más, pero hay que esperar que este húmeda la tierra para que salga y que la hojarasca este bien distribuida encima de la tierra para que encontremos suficiente.

Muchas veces te recuerdo ahí sentado conversando pero lo que nunca entendí es como pudiste platicar tanto tiempo con don Nachito que era más sordo que una tapia, Me hiciste reír tanto con tus ocurrencias que hasta dude de que el hombre fuera sordo...

Manolita Recomienda.- Guanajuato nuevamente sorprende al incluir dentro del tradicional Festival Internacional Cervantino a la gastronomía como un tema cultural trascendente, este año participa Chile, Perú y Colombia con cenas y muestras gastronómicas al igual que Morelos, que es el estado invitado en esta edición. Una cena de gala que fue la que se presentó el pasado sábado en el hotel María Cristina con un colectivo de chefs organizados por los empresarios de Tesoros  de Morelos. También ofrecieron un pequeño encuentro de cocineras tradicionales de manera conjunta con Guanajuato donde  pudieron disfrutar del tradicional xoconostle en salsa, el agua de aguacate de María del Consejo de San Francisco del Rincón de los buñuelos y enchiladas del abuelo de Pénjamo; Las cocineras de Morelos ofrecieron cecina de Yecapixtla, Itacates rellenos de hongos casahuates y huitlacoche y el tradicional pipián verde con tamales tontos a cargo de la cocinera Griselda.

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