A menudo me preguntan ¿cómo es un día en mi cotidianidad? Si les soy sincera, ninguno es igual a otro… no lo han sido por los últimos seis años. En marzo de el 2011 nació High On Fashion,

justo celebro el nacimiento de mi proyecto de vida, el que llegó a cambiarme en todos los aspectos posibles.

Cuando nació High On Fashion, los blogs eran poco conocidos en México, el movimiento ya tenía un par de años en Estados Unidos y Europa, pero ciertamente no era nada parecido a lo que vemos hoy en día, ni siquiera estábamos acostumbrados al término, no había un esquema para definirlo, era un camino incierto. Las redes no tenían el poder y peso de hoy, la industria también era distinta, así como el comportamiento de los consumidores de moda. La comunicación de las marcas iba enfocada en otro sentido. Las cosas han cambiado y, bloggers o no, nos hemos ‘acostumbrado’ y adaptado a lo que hoy rige.

Todo comenzó por la pasión desbordada de expresar lo que venía desde mi interior, a la fecha lo sigue siendo, y cuando les digo que mi vida cambió por completo soy cien por ciento sincera; la Gina de hoy en lo personal y profesional es distinta a la Gina de hace seis años. En esencia la misma, pero distinta al final. La vida de una bloguera no es tan fácil y estética como las cuentas de Instagram lo manifiestan.

De hecho, está alejada de ser perfecta: por lo general no hay horarios y hay días malos y buenos, como todo en la vida. Días de incertidumbre y caos, y otros más llenos de gratas experiencias. Algo que agradezco infinitamente es poder ser dueña de mi tiempo, aunque eso conlleve aún más responsabilidad y locura. El blog me ha dado la oportunidad de experimentar situaciones que jamás consideré viables, también me ha retado de maneras inexplicables y contundentes. Me he enfrentado conmigo misma al por mayor, y me he cuestionado innumerables veces.
High On Fashion es un reflejo de lo que soy, de lo que quiero, lo que anhelo, lo que busco, de mi trabajo, de mis debilidades y fortalezas: un diario expuesto al escrutinio público.

Para mí, como estilista de moda y empresaria, lo más retador de tener un medio tan personal y a la vez tan público que refleja y comunica, es mantenerse fiel y ofrecer un contenido que aporte un valor agregado a quien lo visita. Es sumamente fácil perderse en el camino, inclusive hacerlo por las razones incorrectas, desviar el rumbo, es sencillo desorientarse como persona y como responsable de un medio, es un reto diario mantenerse.

Si me preguntan cuál es la base de el éxito, no estoy tan segura de poder responder: estando en este medio los números es algo que nos atormenta a diario, el crecimiento, los likes, las visitas, etc… pero aunque una audiencia enorme podría parecer la respuesta lógica a la pregunta, no lo es.

Yo opto por el contenido, la creatividad, el ser auténtico, el ofrecer un valor, ese algo que nadie más posee, sorprender a la audiencia e inspirar; tener una línea editorial, analizar, cuestionar, ofrecer una opinión.

Como bloggers, influencers y responsables de un medio digital de comunicación, tenemos el deber de ser conscientes del contendido que exponemos, de la imagen que proyectamos, del discurso que nos identifica. No hay vidas perfectas, nadie es perfecto y jamás lo será; el punto es conectar más allá de una pantalla de computadora, es ser honestos y congruentes, sin dejarse deslumbrar por algo efímero e inexistente.

Con cariño, Gina

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