Hoy, es mi última columna de este 2016: un año ciertamente turbulento y complicado, con buenos y malos momentos… como todo, pero sin duda alguna este año ha tenido de todo y en grandes cantidades. Siento como si nos hubieran metido a  la licuadora y nos hubieran hecho puré, literal.


En cuanto a moda se refiere vivimos cambios bastante esperados pero también inesperados, mucha turbulencia e incertidumbre por todo lo que sucede en la industria: siendo testigos de una generación de cambio, de cómo se está generando una nueva forma de consumir moda, todos tenemos distintas prioridades y sin duda alguna se vive una profunda reflexión en cuanto a redes sociales y como se proyectan ante un público más informado y exigente. Vemos a México sobresalir como jamás antes lo vislumbramos, me da muchísimo gusto ver a figuras nacionales haciendo un nombre en el extranjero y poniendo a nuestro país en alto. Mariana Zaragoza, modelo tapatía que a su escasa edad nos ha puesto en el radar, una top model en toda la extensión de la palabra. Marcas mexicanas, se posicionan con fuerza a nivel internacional haciéndose de un nombre que resuena y deja huella. Tengo mucha esperanza y fe en que el 2017 será un gran año para nuestro país y para mi industria. El talento se desborda sin límites y esto es un indicador súper valioso de lo que acontece y de todo el esfuerzo que hemos puesto para que las cosas en nuestro país funcionen de manera distinta, y mejor. Se los he dicho varias veces, pero hoy lo repito: consumamos lo hecho en México, apoyemos nuestras marcas, a los diseñadores, a los maquillistas, a las modelos, estilistas y peinadores, asistentes, editores, a todos: apoyemos a los nuestros y fortalezcamos nuestra economía, sobre todo hoy que lo necesitamos tanto.


Aprovecho este espacio para agradecerles su cariño, apoyo y sobre todo, su tiempo: esos minutos que me dedican los fines de semana son súper valiosos para mí, es un honor formar parte de esta edición todos los sábados y ser parte de un proyecto tan increíble como lo es De Última.


Personalmente fueron doce meses de mucho aprendizaje, de un crecimiento invaluable que sin miras a equivocarme me hizo más fuerte, tolerante, paciente: muchos cambios ¡todos para bien! y un crecimiento profesional que me ha dejado más de lo que jamás imaginé ¡estoy ansiosa por lo que viene! Me siento expectante con respecto a lo que sucederá en el 2017, también siento presión porque al parecer no será un año sencillo, para nadie, pero lo que si se es que las crisis siempre sacan lo mejor de nosotros y nos obligan a superarnos . 
Gracias, infinitamente gracias, nos leemos el próximo año.


Con cariño, Gina.


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