A unos días de que el ambiente se inunde con el aroma de la flor de Cempazúchitl, dulce de calabaza, copal y otros componentes arómaticos de la Ofrenda de Día de Muertos, surge la idea de maquillarse y vestirse como La Catrina, ese símbolo popular de la muerte bautizado por el muralista Diego Rivera y cuyo precursor fue el célebre caricaturista José Guadalupe Posada.

Para estas fechas existen un sinfín de pretextos para vestirse como la sofisticada calavera, desde paseos nocturnos en bicicleta hasta concursos delegacionales, por lo que será necesario preparar el mejor atuendo.

Para disfrazarse, no hace falta comprar el vestido, simplemente inspiración e ingenio para recurrir al clóset y de ser necesario, modificar las prendas con hilo y aguja. El maquillaje tampoco debe ser perfecto, con los utensilios del día a día basta, y en esta ocasión es posible exagerar su aplicación.

Para el vestuario, una camisa de manga larga y cuello italiano o un vestido al tobillo, en combinación con una falda larga con o sin vuelo, un sombrero de ala ancha y unos botines de agujeta harán la magia.

Igualmente, base blanca, corrector, delineador negro, sombras de colores o labiales, máscara de pestañas y si se desea unas falsas, serán suficientes.

De esa manera, se logra un outfit igual -o más sofisticado- que la propuesta de Ann Demeulemeester para Primavera 2014

Alina G. Paredes

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