La Comarca Lagunera está conformada por 16 municipios, 11 de Durango y 5 de Coahuila, entre los que destacan Torreón, Coahuila, Gómez Palacio y Ciudad Lerdo Durango. La Comarca Lagunera se caracteriza, entre otras cosas, por su equipo de fútbol de primera división: el Santos Laguna, símbolo de identidad de la zona; por su exquisito pan francés, sus deliciosos lonches, sus gorditas y sus famosas nieves Chepo. También se distingue por ser la cuna de la cadena de supermecardos Soriana y la conocida empresa lechera Lala, cuyo nombre se lo debe a la zona (LA LAguna) y por ser  la anfitriona de uno de los mejores Maratones de México debido al calor que le inyecta su gente.

El Maratón Lala se ha celebrado anualmente desde 1989 en las calles de la Comarca Lagunera y en él participan alrededor de 5,000 corredores. El recorrido de este maratón abarca las ciudades de Gómez Palacio y Ciudad Lerdo, Durango y Torreón, Coahuila. Cabe señalar que el reconocimiento de este Maratón también se debe a que es clasificatorio para el prestigiado Maratón de Boston, siendo uno de los preferidos para clasificarse debido a que su recorrido en su mayoría es plano. Es tan popular que para la edición 2016, las inscripciones se agotaron en tiempo record, un mes después de haberse abierto, algo que ocurre por vez primera en un maratón mexicano.

El pasado 6 de marzo tuvo lugar su 28 edición, en la cual tuve el honor de participar y esta fue mi experiencia: El recorrido inició a las 7:00 am en Gómez Palacio Durango, justo a las afueras de las industrias lecheras Lala, para continuar por Avenida Miguel Alemán donde se puede apreciar una réplica de la Torre Eiffel y aprovechar para hacerse una foto sobre el recorrido. Kilómetros más adelante nos adentramos en Ciudad Lerdo, Durango y desde el Boulevard Miguel Alemán se aprecia el avión de Francisco Sarabia, El Conquistador del Cielo. Sarabia, originario de Ciudad Lerdo, fue uno de los precursores de los vuelos de larga distancia haciendo un vuelo sin escalas de la Ciudad de México a Nueva York en 1939. El avión restaurado que se exhibe, fue el mismo en el cual el ilustre aviador perdió la vida.

El recorrido del maratón continuó sobre Boulevard Miguel Alemán, atravesando el Puente Gómez-Torreón, el cual cruza el cauce del río Nazas, que sirve de frontera natural para dividir los Estados de Durango y Coahuila, esto a la altura del kilómetro 17. El maratón Lala se distingue por ser el más animado de México en todo el trayecto, desde su inicio los Laguneros salen a las calles para alentar a los corredores con todo tipo de artefactos, como el señor que le pegaba a un tanque de gas a manera de tambor, la anciana con su matraca echando porras a las afueras de su casa y el cura que frente a su Iglesia bendecía a los miles de corredores. A lo anterior se suma que el Maratón Lala organiza un concurso de porras, quienes a través de coreografías, canciones, bailes e instrumentos le ponen un toque de singular alegría al evento y hacen más agradable el trayecto para los corredores. No hubo tramo en la ruta donde no hubiese gente apoyando con gritos y pancartas, muchos de ellos con sus camisetas del Santos. En la pista hubo corredores ataviados con máscaras de luchadores mexicanos, un participante disfrazado de Hulk quien corría descalzo, otros de Súper Héroes, un Chapulín Colorado y hasta una monja quien corría con su indumentaria religiosa.

Estando del lado de Torreón, continuamos sobre Boulevard Rio Nazas, para kilómetros más adelante tomar Boulevard Independencia y después entroncar con Calzada Colón a la altura del Kilómetro 26. La temperatura a 26 grados centígrados pero mi cuerpo la sentía a 30: la región de la Laguna se distingue por sus días soleados. Tomamos Matamoros y a un costado se podía apreciar el bellísimo teatro Isauro Martínez y metros más adelante la Plaza Mayor de Torreón con su asta bandera. Kilómetros más adelante seguimos por un barrio residencial y a la altura del kilómetro 33 veo a mi familia y amigos quienes no paraban de apoyarme. Continuó el recorrido sobre Paseo del Campestre y me sorprende ver a los vecinos acompañados de sus hijos a las afueras de sus casas, instalados con mesas y hieleras proveyendo de bolsas con coca cola y agua a los corredores, otros con pedazos de naranja o dulces. Estamos a la altura del kilómetro 34 y mis piernas claman por un par de minutos de descanso, optó por caminar 3 minutos: grave error, mi cuerpo se comportó como si la competencia hubiera terminado, se me empiezan a contraer los músculos de las piernas y cuando intentó reanudar ya no me es posible, de inmediato solicitó a los voluntarios que me masajeen las piernas, continuó el recorrido en una especie de slow motion con intervalos de trotar-caminar y como ingrediente adicional el sol radiante en su cenit. La gente se mete y a gritos de ¡Vamos! ¡Tú puedes! ¡Ya falta poco! Te arengan a terminar, imposible defraudarlos.

Al llegar al kilómetro 39, con mis piernas al borde del colapso, siento que me voy a acalambrar, vuelvo a solicitar la intervención de los voluntarios, un último masaje y listo, con más orgullo que ganas reanudo el trote. Rodeamos el Bosque Venustiano Carranza a la altura del kilómetro 41, la meta está cerca, una orquesta sinfónica de niños ameniza el arribo, últimos 195 metros, se ve el marco que dice Meta y en las gradas familia y amigos, emociones indescriptibles: ¡Valió la pena! Si estás pensando en correr tu primer maratón, Lala es sumamente recomendable, además de que su gente te hará sentir único y con una porra en ambos lados de las calles que abarca 42 mil 195 metros. ¿Qué más se puede pedir?

Luigi Villegas Alarcón

mailto:luisemilio23@hotmai.com

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