Por Óscar Colorado Nates*

Seguramente hemos oído la expresión: fulano tiene un gran ojo. Y sí, hay quien tiene una facilidad natural para mirar, pero también se trata de qué se hace con la cámara.

A la mirada se le puede entender como algo pasivo: un mero recibir, percatarse de lo que está ahí. Pero para el fotógrafo la mirada es algo más: la posibilidad de crear. Su mirada le ayuda a construir.

Fotografiar es comunicar. La mirada ayuda a que la cámara se convierta en una manera más efectiva para decir lo que queremos, pero a través de una imagen.

La fotografía fascina porque siempre podemos comprender una parte de los secretos que encierra, y todos podemos usar la cámara de nuestro celular sin mayor problema.

Ahora bien, quien se adentra más en los misterios de la imagen, comienza a comprender que la fotografía es una forma de comunicación mediada, es decir, filtrada. Toda fotografía tiene que pasar por la cámara, pero sobre todo por la mente del fotógrafo. Incluso cuando hacemos una foto sencilla de nuestro café matutino, ese filtro personal es el que nos hace escoger un tema, o desecharlo. Solamente hacemos fotos de cosas que nos interesan. Y hoy, después de hacer “clic”, podemos compartir esa imagen con nuestra red de amigos. A veces seguimos a alguien en Instagram porque nos gusta cómo mira al mundo. Y tiene que ver con lo que escoge fotografiar y cómo nos lo presenta.

Sí, existe una mirada fotográfica que descubre el potencial en un tema, o en una escena, pero también significa el saber resolver con la cámara el acertijo visual que tenemos enfrente. La mirada se va cultivando. Sí, se puede nacer con un talento, una facilidad, pero puede convertirse en una especie de maleza que crece sin mucho orden.

La mirada fotográfica es, más bien, como un jardín que se cultiva. Hay miradas silvestres, pero las que realmente producen resultados atrayentes una y otra vez son aquellas miradas que se cuidan, que se van trabajando y que a fuerza de ponerles buena tierra, buen abono, cuidado y esmero, convierten a la fotografía en algo que florece y crece.

Hoy todos levantamos imágenes con nuestros teléfonos, y eso está muy bien. Pero también con la misma facilidad podemos olvidar las complejidades que encierra una foto.

Ese primer placer de recoger imágenes y compartirlas puede convertirse en un goce aún más profundo cuando descubrimos que la intención puede dar resultados fotográficos cada vez mejores, y donde el saber lo que hacemos nos permite repetir los éxitos y comprender mejor por qué tal o cual foto no funciona tan bien.

La mirada fotográfica se va construyendo, sofisticando, puliendo. Y entonces, un día, desarrollamos una particular manera de ver, de notar, en suma: de mirar. De mirar fotográficamente.

>> Más información sobre este tema

___________________________

*Óscar Colorado Nates es crítico, analista y promotor de la fotografía. Titular de la Cátedra de Fotografía Avanzada en la Universidad Panamericana (Ciudad de México). Autor de libros como Instagram, el ojo del mundo, Fotografía de Documentalismo Social, entre otros. Conductor del programa de radio sobre fotografía   Miembro de The Photographic Historical Society (Rochester, NY) y creador de , blog de reflexión fotográfica líder en Iberoamérica.

Google News

Noticias según tus intereses