Por Laura Garza

Bien sabemos que la fotografía vive un momento de acoso, de tumultos, de saturación, y no siempre con la calidad deseada, sin embargo y por suerte, todavía existen fotógrafos profesionales que dejan marca de lo que sí se debe de hacer con la imagen.

Me encanta la creatividad que ha generado apliaciones como Instagram, sin embargo siempre se necesita revisar qué están haciendo los profesionales allá afuera.

Ya no entraremos en la discusión, si se convierten en fotógrafos, quienes tienen miles de seguidores en Instagram u otras redes, o los que compraron en oferta una cámara y ya andan con ella a todas las marchas en la ciudad.

Lo que sí me parece importante, es la capacidad de observar que debe tener un fotógrafo. No solo mirar, sino observar. Descubrir y valorar los detalles, el lenguaje de la imagen, el contenido sociológico que puede llegar a tener y finalmente, la técnica.

Hassan Amar, es un fotógrafo que vive en Beirut y que desde el 2008 es parte de la agencia internacional AP (Associated Press) y su trabajo ha sido publicado en innumerables medios internacionales.

El año pasado, Hassan fue reconocido por su trabajo sobre las mujeres que utilizan el niqab en sus rostros y cómo ven el mundo y su día a día a través de él.

El niqab, o burka, es el velo que utilizan las mujeres musulmanas como parte de su vestimenta, y que en este caso le cubren el rostro completo. Ammar se dio a la tarea de fotografiar la cotidianidad de estas mujeres desde el interior de esa capa.

Si se dan a la tarea de conocer el trabajo de este fotógrafo, se darán cuenta que gran parte de su éxito es porque tiene la paciencia de detectar lo fotografiable para el tema periodísitco, pero también de detectar detalles con alto contenido visual, como la imagen de este texto.

Los grafitis han comenzado a surgir en Beirut, artistas locales molestos con la situación política del Medio Oriente han tomado las paredes para dejar mensajes, que eventualmente un fotógrafo puede utilizarlos a favor de su imagen.

¿Cuántas veces observamos, y nos detenemos con paciencia a busacar la imagen? Muchas veces, no implica solo la creatividad para tener una fotografía que guste, también es la serenidad, el enfoque y la seguridad con el que el fotógrafo se enfrenta a congelar un momento.

El fotógrafo respira, aspira, come y bebe de componer imágenes; esa es la maravilla de distinguirse entre un profesional y un amateur.

Esta imagen de la mujer caminando por el graffiti en Beirut, apenas publicada el día de ayer en medios internacionales, me parece el mejor ejemplo de la tarea diaria de un fotógrafo: observar para documentar.

Si quieren saber más de Hassan Ammar, lo pueden seguir en Instagram @hassanammar o en Twitter @hassanammar5


@lauragarza

Laura Garza es fotógrafa y directora creativa de Círculo Rojo.

Ha sido editora de CIRCO en Récord Monterrey, PLAYERS OF LIFE, editora de fotografía del semanario Clase del diario El Universal, en la revista Quién y del Presidente Enrique Peña Nieto.

Profesora de Fotoperiodismo y Comunicación Transmedia. Actualmente dirige proyectos de diffusion, estrategias de contenido y comunicación digital.

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