No muchos saben que los relojeros de la Cruz de Malta se adelantaron cuatro décadas al fenómeno sport-elegant de los años 70. Vacheron Constantin es la casa que mejor entiende hoy lo sartorial como actitud en las horas, pero ya en 1895 creaba relojes herméticos de acero y en 1933 respondió a un encargo especial con un reloj anguloso de ese material, bisel resistente a la presión en forma de decágono y tapa trasera arroscada. Toda una premonición de lo que estaría por venir.

Aquel reloj nunca fue producido en serie regular, pero inspiró en 1977 su propuesta sport-elegant con el modelo 222, hecho para conmemorar el 222 aniversario de la maison y al que la conciencia colectiva considera el primer deportivo refinado de la casa.

Se trataba de un ultraplano con brazalete metálico integrado de acero. Lo diseñó un joven Jorg Hysek para ser sumergible a 120 metros y tenía una extra corporeidad narcisista que le faltaba a los primeros Royal Oak o Nautilus. El reloj incorporaba un rotor de oro de 21 quilates, muescas ‘professional’ en el bisel redondo y una caja antimagnética.

Dos años antes de este reloj, Vacheron había presentando un inusual Chronometer Royal de acero y/u oro también con brazalete integrado (Ref. 2215 o 42001) con un diseño rectangular de esquinas truncadas entre lo geométrico y lo tendencioso. “Un fantástico candidato para una futura reedición”, dice Christian Selmoni. Al Director Artístico de la firma le parece tentador recuperar la década de 1970, cuando lo perdurable, la moda y, por qué no, lo horrible convivieron en un entorno de máxima creatividad.

El 222 se editó entre 1977 y 1988. Iba equipado con el calibre 1120 de Jaeger-LeCoultre, uno de los mejores automáticos del mercado, compartido con Patek Philippe y Audemars Piguet en sus primeros Nautilus y Royal Oak. Entre 1984 y 1996 Vacheron lanzó otras variantes casual-chic: el modelo 333 y, en 1989, el Phidias. Este último con un look ultra compacto que ya incluía una versión World Time.

En 1996 debutó el modelo Overseas que incorporaba un bisel con la Cruz de Malta partida en ocho muescas que en 2004, en su segunda generación, se llevó también a los eslabones del brazalete. Es imposible dimensionar el nuevo Overseas sin tener este largo recorrido en mente.

De los nuevos ‘Ultramarinos’ sorprende la dedicada meticulosidad de sus detalles, algo natural cuando se está más cerca de lo elegant que de lo sport. Nos referimos a la integración natural del brazalete intercambiable con correa de cocodrilo y otra de caucho de fácil ajuste, un bisel más proporcionado con la amplitud de la carátula, el estudio de los reflejos de la luz en el rostro, los pulidos y los satinados en el metal, la dulzura de sus curvaturas... Gestos como la carrura inclinada bassine hacia dentro son de una exquisitez soberbia.

Durante dos días probamos en el brazo la versión World Time de carátula marrón con las 37 ciudades (incluye los desfases de Caracas, Teherán, Nepal…) del calibre 2460 WT. El juego de acabados en la carátula es de gran sutileza. El mapa con la proyección Lambert del Hemisferio Norte está satinado, los océanos son aterciopelados, el disco de las ciudades es lacado transparente, el círculo de las horas día/noche lleva tintes ahumados...

“Todo muy cool”, lo califica Selmoni, quien menciona que fueron necesarios un centenar de prototipos para dar con la hechura perfecta de todos los elementos. Para un reloj que incrementa su valor respecto a ediciones anteriores por adoptar por primera vez el Sello de Ginebra, los detalles hacen la diferencia y Vacheron Constantin quiere asentarse firme en el club de los sport-elegant.

La nueva generación de Overseas que coincide con el 20 aniversario de la colección incorpora cajas más amplias (43.5 mm para el World Time), tres movimientos automáticos completamente nuevos de manufactura (Cals. 5100, 5200 y 5300) con el rotor de oro de 22 quilates grabado con la rosa de los vientos visible atrás en lugar de la tapa de los modelos anteriores con el velero Amerigo Vespucci. Las carátulas han sido redimensionadas con más amplitud, las manecillas son más finas y alargadas, el bisel trae seis muescas Cruz de Malta en lugar de ocho, las hebillas desplegable incorporan extensiones para un mejor ajuste, la caja es hermética hasta 150 metros y 50 metros para los dos modelos extraplano (el Calendario Perpetuo y el Ultra Thin Cal. 1120) y un anillo de hierro dulce interior blinda a todos los modelos contra el magnetismo hasta 200 gauss.

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