El ingeniero en Tecnologías de la Información y Comunicaciones, José Carlos López González, desarrolló una tecnología que permite encontrar lugares disponibles en estacionamientos techados llamada Parkuest.

“Nuestra investigación data de 2010, anhelábamos que nuestro producto fuera vendible, fácil de instalar y utilizar, pero la mezcla entre la investigación y un producto de mercado a veces puede afectar el desarrollo”, comentó López González.

Sin embargo, la metodología les dejó la grata experiencia de poner un prototipo en una de las ferias de tecnología más importantes que existe a nivel mundial: el Mobile World Congress en España, donde llega gente de todo el mundo con interés en comercializar.

Derivado de su presentación en ese congreso, la empresa Kioru ya tiene un convenio de colaboración y distribución con la empresa brasileña Dimep para la exportación del sistema guiado de estacionamientos.

"Nuestro sistema se alimenta con un solo cable, el cual conecta todos los dispositivos; la competencia en cambio tiene un cable de alimentación y otro de comunicación. Por lo tanto, nuestro gasto en cable se reduce en 50 por ciento, tan solo por esta innovación nuestro producto es más barato que el de la competencia”, dijo López González.

La segunda parte de la investigación consistió en establecer la red de comunicación, se realizó un dispositivo que censara y después se comunicara con un maestro, éste se encargaría de enviar la información a un servidor web para después trasladarla a bases de datos y presentarla en la nube a través de un sistema computacional.

De esta manera los sensores detectan si el lugar está libre u ocupado y un indicador luminoso, ya sea encima del auto o sobre el pasillo, muestra lo que los sensores señalan.

Cinco dispositivos resultaron muy sencillos de conectar para después reportar la información en una pantalla; pero tratándose de cinco mil lugares y el uso de un solo cable el siguiente desafío fue que no existieran interferencias en la comunicación y que esta se diera en tiempo real.

López González añadió que respecto a estacionamientos no techados ya se tienen los prototipos, plásticos y la estructura, pero como los sensores deben ir en el suelo existen ciertos retos tecnológicos.

“No podemos poner un sensor que solo dura tres años en la calle porque después lo tenemos que quitar y volver a poner. El producto se coloca dentro del pavimento para que nadie lo saque y al pasar tres años ese nadie eres tú”, comentó.

El proyecto cuenta con el apoyo del financiamiento del Programa de Estímulos a la Innovación (PEI) del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) en la modalidad de Innovación tecnológica para las micro, pequeñas y medianas empresas (Innovapyme)

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