Mikel Arriola se ubica en el segundo lugar de las preferencias políticas por encima de Alejandra Barrales y acercándose rápidamente a Claudia Sheinbaum en la carrera por la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México. Ante la gran aceptación que han tenido sus propuestas, ideas y valores, las acusaciones, insultos y críticas sin fundamento no se han hecho esperar.

Populista, retrogrado, decimonónico, han sido algunos de los calificativos con los que se han referido al candidato. Esta es la esencia de los que nos han gobernado la Ciudad; ante los que pensamos diferente, no queda más que insultos. En ellos no cabe la pluralidad. Sólo hay una visión aceptable, la de ellos. ¿Y si pensamos diferente? Ellos intentarán imponer su visión. No cabe duda, son un peligro para nuestra democracia.

Algo más que los distingue es su visión limitada. Una y otra vez nos dicen que aspirar a una gran transformación no es viable. Por eso han señalado que Mikel no podrá construir 100 kilómetros de Metro, que es imposible hacer un acuaférico en Iztapalapa, que no hay forma de duplicar la pensión para adultos mayores y que sería impráctico aumentar la seguridad de todos nosotros al instalar un millón de cámaras.

A diferencia de ellos, nuestras propuestas se distinguen por tener una visión retadora e innovadora y por estar fundamentadas en datos reales. Por ejemplo, para lograr una adecuada movilidad, en 2020 el metro de la CDMX debería contar con al menos 486 km construidos. Sin embargo, al día de hoy sólo tienen 226 km. ¿Qué pasó en los últimos 20 años con los 260 km faltantes? Mikel ha señalado que su propuesta requerirá 18.6 mil millones de pesos por año y que la ciudad tiene aproximadamente 30 mil millones disponibles anualmente para movilidad.

Adicionalmente, el plan de movilidad propuesto incluye 59 nuevos km de tren suburbano y un circuito exterior para sacar el transporte de carga de la ciudad. La única manera de eliminar el congestionamiento vial es con la participación de los estados vecinos, reconociendo que la CDMX no es una isla en medio de la nada. Las grandes ciudades del futuro se están planeando así, con un enfoque regional. Pero ellos viven en el pasado.

Mikel también ha señalado que el acuaférico se construirá desde Xochimilco hasta Iztapalapa, lo que garantizará el suministro de agua a la población de la delegación, históricamente restringido por la izquierda. Y los 7 mmdp adicionales que costará duplicar la pensión a adultos mayores se financiarán con los recursos federales y estatales disponibles, que suman más de 43 mmdp.

Lo más preocupante es cuando critican los esfuerzos por asegurar que vivamos en una Ciudad segura. No existe nada más aterrador que leer a anteriores jefes de Gobierno decir que la situación de seguridad no es tan mala como para invertir en un millón de cámaras. Por eso la Ciudad está en los peores niveles de seguridad; por el descuido e irresponsabilidad de los gobernantes de los últimos 20 años. Mikel sí invertirá en seguridad, instalará un millón de cámaras y con ello estimamos reducir 35% de los robos con violencia y 25% de los robos totales de la ciudad.

Por todo lo anterior, no sorprende la opinión de Alejandro Encinas quien, cuando fue jefe de Gobierno, dimitió de sus responsabilidades al cerrar Paseo de la Reforma y permitir el plantón organizado por López Obrador en 2006.

Mikel es diferente. Sabe que la Ciudad necesita un verdadero líder que no se conforme con aspirar a pequeños cambios intrascendentes. Un líder que no se resigne con lo posible, sino que nos inspire a buscar metas retadoras. Un líder con políticas basadas en evidencia y no ocurrencias, como algunas que hemos escuchado. Ese líder es Mikel Arriola. Por eso el gran movimiento social que encabeza sigue y seguirá creciendo. La ciudad está cansada de lo mismo.

Doctor por la Universidad de California.
Coordinador de Políticas Públicos
y Mensaje de la campaña de Mikel Arriola

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