La semana pasada en un acto inesperado y sorpresivo, el presidente de Estados Unidos Donald Trump, canceló la cumbre programada para celebrarse el 12 de junio en Singapur, entre su país y Corea del Norte para negociar la paz y el desarme nuclear.

El presidente Donald Trump mediante una carta escrita dirigida al líder norcoreano, le canceló la cumbre programada para el mes de junio, y lo responsabilizó de dicha decisión al escribirle que: “basado en la tremenda ira y abierta hostilidad mostrada en su más reciente comunicado, siento que es inapropiado, en este momento, tener esta planeada reunión”.

Trump se refiere al hecho de que Kim Jong un, después de haber destruido su centro de pruebas nucleares, Estados Unidos le exigió que exterminara todas sus centrales y armas nucleares en un corto plazo, para poder seguir negociando la paz, por lo que Corea del Norte le dijo que estaba cumpliendo su palabra de desnuclearizarse gradualmente, mas sin embargo, no podía continuar con la cumbre si seguían las presiones absurdas y hostiles de Estados Unidos en su contra.

Fue así como Donald Trump en un acto de soberbia y cerrazón, canceló el camino del diálogo, la paz y el desarme nuclear.

No obstante, Corea del Norte en una actitud inteligente de madurez, tolerancia y conciliación no se rindió ante la cerrazón de Estados Unidos y celebró una nueva reunión de urgencia con su homólogo de Corea del Sur Moon Jae in, el fin de semana pasado para presionar a la potencia nuclear de continuar con el compromiso de celebrar la cumbre programada. Al parecer la estrategia surtió efecto ya que una delegación de Estados Unidos se encuentra en Pyongyang en conversaciones para coordinar los preparativos de la cumbre en Singapur, según lo confirmó Donald Trump a través de twitter.

Al respecto llama mucho la atención la urgencia de Corea del Norte por celebrar dicha reunión a toda costa, desde hace algunos meses todos nos hemos preguntado y nadie sabe realmente cuál es la razón de fondo, por la que Corea del Norte busca la paz y su desarme nuclear, cuando poco tiempo atrás parecía inminente una hecatombe nuclear, algunos especialistas señalan que quiere negociar desde la fortaleza nuclear como lo hicieron otras potencias que resultaron beneficiadas, otros señalan que las sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU le afectaron tanto que prefieren el desarme y la paz, no obstante es probable también que repita la estrategia de su padre Kim Jong il cuando gobernaba el territorio y negoció con el gobierno de Bill Clinton la desnuclearización de su país a cambio de 1,500 millones de dólares en 1994, sin embargo hasta el día de hoy Corea del Norte no ha querido anunciar sus razones y el mundo no las sabrá hasta que se realice la cumbre bilateral.

En este mundo tan convulso, la paz y la desnuclearización no pueden esperar más, confiemos en que la cumbre se va a desarrollar en un mismo espíritu de paz y fraternidad, y hagamos votos porque Estados Unidos cumpla sus acuerdos, ya que nunca antes había sido dirigido por un presidente tan voluble y cambiante, cuesta trabajo creer que un mandatario se retracte descaradamente de sus compromisos y acuerdos formalmente pactados, es difícil imaginar en los años ochenta al Presidente Ronald Reagan en medio de la Guerra Fría, cancelar las cumbres históricas con Mijaíl Gorbachov privando al mundo, de la paz, la libertad y el desarme nuclear.

Escritor y Analista Internacional 

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