Desde 2011 Luis Sánchez recorre las calles de la Ciudad de México en su taxi. Vecino de la colonia Narvarte, donde confluyen las líneas 2 y 3 del Metrobús, está acostumbrado a manejar entre los grandes camiones que opera este sistema de transporte. En diciembre de 2015 los cálculos fallaron y chocó contra una de estas unidades. Ese mismo año, otros 77 vehículos se vieron involucrados en un accidente de este tipo.

Entre 2005 y julio de 2016, el Metrobús de la Ciudad de México chocó en 662 ocasiones y dejó heridos a mil 140 capitalinos. Cada mes, en promedio, se registraron cuatro encontronazos, de acuerdo con datos oficiales. La excepción es 2016. Los datos sólo reportan los accidentes entre enero y julio de este año, y tan sólo de ese periodo se tienen 80 registros.

El mayor número de lesionados corresponde a usuarios de este transporte que se encontraban dentro de una unidad al momento del accidente y que tuvieron que ser trasladados a un hospital de la Ciudad de México.

“Normalmente el responsable es el automovilista particular, pero sin esperar el deslinde de responsabilidad o que venga el ajustador del otro vehículo, llamamos a los servicios de emergencia y al seguro de nuestro autobús, de alguna de las 11 empresas que trabajan con nosotros, quien les da un pase médico a los usuarios lesionados que van a bordo”, explicó el director general del Metrobús, Guillermo Calderón.

El funcionario lamentó que los viajeros que van a bordo sean el mayor número de lesionados por la imprudencia de un automovilista que viola el Reglamento de Tránsito.

Las estadísticas indican que el responsable de 90% de los accidentes con el Metrobús es el particular. Sánchez, de manera involuntaria, también es parte de esa cifra. Su jornada comenzó alrededor de las 11 de la mañana. Ese día la calle de Anaxágoras, cerca de la estación del Metrobús Etiopía, estaba saturada. El tráfico y el poco tiempo que duró el semáforo en verde provocaron que invadiera parcialmente el carril confinado al Metrobús. El conductor de la unidad de la Línea 2 intentó maniobrar, pero fue en vano. Al incorporarse a su carril golpeó al taxi con la parte trasera del autobús.

La línea 2, inaugurada en 2008 y que corre desde Tepalcates hasta Tacubaya, es la segunda con más accidentes. Entre 2005 y julio de 2016 se reportaron 125 choques. Su tramo más complicado es la colonia en la que Sánchez maneja su taxi todos los días. Uno de cada cinco incidentes, es decir, 28, ocurrieron en la Narvarte.

Arreglos entre particulares

Después de sentir el golpe en la parte de atrás de su auto, Sánchez le pidió al chofer del Metrobús que llamara a su seguro para evaluar los daños. La respuesta que obtuvo fue una negativa. El operador le advirtió que le darían la razón a él, pues el taxi había invadido su carril.

“Ese semáforo tiene el problema de que al Metrobús le marca el ‘siga’ al mismo tiempo que a los carros que vienen de frente sobre esa misma calle, por eso ambos avanzamos en el mismo momento, pero él no midió bien su distancia”, explica Sánchez.

De los 662 casos que aparecen en la base de datos entregada vía transparencia, sólo en 420 se tiene el detalle del arreglo al que llegaron los involucrados. En la mitad, es decir, 217, se llegó a un acuerdo entre particulares, a pesar de que estos choques resultaron con 347 lesionados. Dar vuelta a la izquierda o invadir el carril del Metrobús fueron los que causaron seis de cada 10, es decir, 127 de estos accidentes.

En el caso de Luis, los daños quedaron en una calavera rota, parte de la cajuela hundida y espacios de su auto sin pintura. El operador del transporte quería saldar todo como un “golpe menor” y darle 100 pesos. Sus argumentos eran sencillos: llamar a la aseguradora sería un proceso más largo, porque tenía que contactar primero a sus superiores y si seguían el procedimiento era muy probable que Sánchez tuviera que pagar por el siniestro.

Después de una negociación de 30 minutos, el incidente se solucionó con 500 pesos. El costo de la reparación del automóvil de Luis fue por más de mil 500 pesos.

El director general del Metrobús dijo a EL UNIVERSAL que sí hay un 2% de los accidentes donde el operador es el responsable. En esos caso, tanto el conductor como la empresa son amonestados por parte de Metrobús; y en caso de existir algún lesionado, los dos conductores (particular y conductor del Metrobús) son remitidos al Ministerio Público.

Cruces problemáticos

Los datos revelan que los tramos del Metrobús localizados en las colonias Roma, Centro, Narvarte y Escandón son los que reportan más choques: la cuarta parte de los percances, es decir, 176, ocurrieron en estas zonas.

En especial en las intersecciones de Viaducto con avenida Cuauhtémoc, Artículo 123 y Balderas, Heriberto Frías y Xola, Paseo de la Reforma y avenida Insurgentes, y Benjamín Franklin y la calle de Minería. Estos puntos concentraron 12% de los choques.

Luis sabe que su caso no es el primero de la zona. El taxista denuncia que en la calle de Anaxágoras son constantes los accidentes y que incluso se han registrado choques frontales debido a que el sentido del carril del Metrobús es contrario al de la circulación de los coches.

Incluso, entre las estaciones Etiopía y Amores, separadas por una distancia de un kilómetro, las unidades de este transporte aumentan la velocidad para evitar los cinco semáforos intermedios. “Como automovilista, yo le calculo que agarran entre 80 y 90 kilómetros por hora”.

La confrontación entre automovilistas y choferes de transporte público es uno de los generadores de estos accidentes. Los conductores de estas unidades tendrían que capacitarse en manejo defensivo y no conducir de manera agresiva como lo hacen actualmente, explica Ulises Navarro, director de Transporte Público para Latinoamérica del ITDP en la CDMX.

El especialista reconoce que la mayoría de los accidentes en los cuales se ve involucrado el Metrobús son provocados por vehículos privados o ciclistas que invaden el carril confinado.

Ángel Molinero, director de la empresa Ustran, ejemplifica estas faltas cometidas por automovilistas con lo que ocurre en Insurgentes Sur, entre las estaciones El Caminero y Perisur, en dirección norte. “En horas pico muchos vehículos invaden el carril, es tal la falta de respeto a las normas establecidas que se han tenido que instalar cámaras para vigilar la zona”.

Para Molinero el sistema se encuentra bien planificado y el reglamento es claro respecto a las normas de convivencia que los automovilistas deben respetar para evitar percances con los autobuses. Pero nada de esto ha evitado que cada año se reporten, en promedio, 50 choques del Metrobús con vehículos particulares.

El proyecto de la Línea 7

El pasado 20 de octubre, la Secretaría de Obras Públicas de la Ciudad de México emitió la licitación para la construcción de lo que será la Línea 7 del Metrobús, la cual correrá desde Indios Verdes y La Villa hasta Auditorio y Periférico sobre la avenida Paseo de la Reforma.

La Línea 7 comenzará su operación con 90 unidades para sustituir a los 180 autobuses que desde 2009 operan en la avenida en sustitución de los microbuses.

El experto en transporte público Ulises Navarro defiende la necesidad de desarrollar el proyecto. “La cantidad de oficinas podría fácilmente triplicar el número de empleos que hay en Reforma para 2020 y es imposible que llegue esa cantidad de personas en coche, la única forma es en transporte público”.

Para Ángel Molinero, ingeniero civil con especialidad en transporte, la Línea 7 será distinta a otras rutas del Metrobús. “Son autobuses normales, simplemente operando bajo un esquema de carril confinado y con una pavimentación nueva, no cambia más”.

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