Los millennials nacieron entre 1980 y el 2000 aproximadamente, son una generación que conjunta adultos jóvenes entre los veintitantos y treinta años, quienes son la base del futuro inmediato. Sobre ellos pesa una gran cantidad de estereotipos con los que pretenden definirlos y que han dado pie a críticas por parte de generaciones anteriores.

Antes de juzgar, primero tienen que reconocerlos como un resultado de la globalización y sus procesos, los cuales, entre otros aspectos, permiten una comunicación más inmediata, de ahí que se volvió necesario tener una computadora, tableta y teléfono celular cada vez más sofisticados (inteligentes), crear y utilizar redes de comunicación amplias e incluyentes (sociales) que traspasan las fronteras, a efecto de que el conocimiento pueda llegar a todos desde todas partes.

En razón de ello, algunas de las características que definen a los millennials son: la inmediatez, el uso continuo de aparatos tecnológicos y la búsqueda constante de conocimiento.

La inmediatez con la que actúan va más allá de querer tener todo aquí y ahora, también habla de la prontitud con la que responden ante situaciones críticas, gracias a que cuentan con herramientas y mecanismos tecnológicos, pero sobre todo porque tienen consigo la fuerza de la juventud.

Los millennials han sido injustamente calificados de apáticos y desinteresados, la realidad es que tienen sus propias formas de participación y movilización que contrastan con las que hasta hace algún tiempo se consideraron tradicionales.

La necesidad de mantenerse conectados a la red, de recibir información de constantemente y de permanecer comunicados a todas horas, constituye una ventaja que ha generado alternativas para la educación a distancia o la posibilidad de trabajar desde cualquier parte del mundo, impulsando el progreso en su más amplia expresión.

Esta generación ha demostrado que adquirir, transmitir conocimiento y habilidades no debe reducirse al aula, y que el trabajo productivo y competitivo no depende de la permanencia de ocho horas en una oficina, sino que los medios de comunicación, enseñanza, aprendizaje, producción y desarrollo, deben adecuarse a la velocidad, dinamismo y necesidades del mundo actual.

Los millennials han generado críticas porque su forma de hacer las cosas no corresponde a las expectativas de quienes se empeñan en mantener el statu quo. Sin embargo, en lo “diferente” es justo donde radica su riqueza. La realidad de hoy reclama cambios profundos.

También se les ha criticado por su supuesto rechazo a la actividad política, lo que es una verdad a medias, porque lo que los millennials rechazan es la rancia forma de entender y hacer política. No son apolíticos porque su tendencia a organizarse en beneficio de la colectividad y de causas nobles es creciente, sólo que lo hacen bajo sus propias reglas, mecanismos y herramientas.

En el fondo las viejas estructuras les temen porque son incapaces de entender, aceptar e incluir nuevas maneras de mirar, hacer, pensar, sentir y soñar.

En México, esta generación está integrada por 26.5 millones de jóvenes ciudadanos entre 18 y 29 años, quienes tienen en sus manos el rumbo de los próximos comicios electorales del 1 de julio. A pesar de los intentos desalentadores, los millennials ya están participando desde su trinchera y lo seguirán haciendo.

En su aparente negación a todo se encuentra la base de algo nuevo, sus resistencias tienen fundamentos legítimos porque están transformando lo existente para adaptarlo a su realidad, necesidades y gustos. Celebro el cambio y la posibilidad de que juntos construyamos una nueva historia porque las y los jóvenes nunca nos damos por vencidos #YoSOYMillennial.

Diputada federal y activista social. @LaraPaola1

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