Es impresionante el número de candidatos a elegir el próximo 1 de julio en México, desde la presidencia de la República, diferentes gobernadores, el alcalde de la Ciudad de México, senadores, diputados… Es preocupante ver la gran cantidad de gente que puede ser electa y que, estoy seguro, no tiene el perfil para trabajar en busca de mejorar la calidad de vida de los mexicanos.

En lo que nos toca a los ciudadanos, y hay que decirlo, nos hemos preocupado muy poco por hacer un verdadero análisis de quiénes son estos personajes y sobre todo de los llamados los plurinominales; es increíble ver cómo pasan por la pasarela política personas que no tienen nada que ofrecerle a los mexicanos, y en algunos casos se nomina a gente que tiene vínculos con el crimen organizado.

Lo que necesita México es gente con capacidad probada para hacer las cosas como se deben, con transparencia y resultados; esa gente que ha triunfado en nuestro país es la que deberían proponer los partidos políticos acompañados de un buen equipo que les permita desarrollar ideas con las que realmente se haga un cambio.

Es infame ver con opciones a personas con impresionantes antecedentes de corrupción y mal trabajo que de nueva cuenta buscan un puesto y van por las plurinominales; otros esperan el hueso por lo que han hecho en otros momentos de su vida, tal es el caso de algunos deportistas. No podemos generalizar, porque hay ex atletas que se han preparado, y mucho, pero a algunos otros los llevan a cargo públicos solamente por su imagen, y no lo podemos permitir.

Es deprimente que los partidos busquen gente con fama y no les importe tener un perfil de capacidad administrativa para los que buscan ser electos. El país está de cabeza porque los órganos que deben regular esto permiten que los partidos propongan gente de un nivel bajísimo para dirigir al país, y si no tenemos conciencia de ello, después con qué cara reclamaremos cuando las cosas no salgan como esperemos.

Es como en una empresa: si no contratas a una persona 100 por ciento capaz, lo más seguro es el fracaso y la quiebra; lo mismo sucede con la administración pública, y desafortunadamente así ha pasado con muchos de estos personajes. Por eso es que se necesita un trabajo pulcro en la elección de la gente. En este caso, si no se hace así, el país se irá a la quiebra, y es lo que como ciudadanos debemos tomar en cuenta.

Preocupa que utilicen los siguientes seis años para aprender o para hacerse ricos, porque no todos tienen la capacidad para dirigir puestos tan importantes en el gobierno. Ojalá haya conciencia y estudiemos por quién votar en cada uno de los puestos. Tenemos a los dirigentes que nos merecemos por no tener esa conciencia de que cuando tachemos la boleta de elección lo hacemos sin ver qué es lo que le conviene al país.

Profesor

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