No quiero de ninguna manera que los lectores piensen que esto es un anuncio, un comercial de mi empresa. Lo que quiero compartir con estas líneas es un ejemplo de que en México se pueden hacer cosas chingonas, como dijera el Chicharito. En verdad que se puede.

Y se pueden hacer grandes cosas sin importar lo que suceda este domingo, aunque también hay que decir que se debe tener gran conciencia sobre la manera en que realizarán su derecho al voto.

Hace 40 años, yo era un humilde profesor de natación, con éxito como entrenador. Sin embargo, la mentalidad que tenía era la de trascender, primero, como entrenador, después como directivo del deporte y ahora como empresario. Con el esfuerzo de todo un grupo de personas que colaboraron conmigo en la empresa, se ha logrado un desarrollo importante, y no como alguien que haya tenido los nexos políticos para sacar beneficios o componendas.

Siempre he sido un hombre apegado a mis responsabilidades, como el pago de impuestos, y como dijera Winston Churchill: “Algunas personas ven en la empresa privada un tigre feroz al que urge matar, otras una vaca susceptible a ser ordeñada, muy pocos la ven como en realidad es, un robusto percherón que arrastra un carro muy pesado”.

Han sido 40 años de más aciertos que errores. Lo más importante de todo es que enseñé a mis hijos a trabajar para tener éxito en la vida y les hice ver que con un trabajo honesto van a salir adelante, siempre buscando el beneficio de la gente a la que servimos, que ya son 18 con más de 20 mil alumnos.

Cualquier mexicano puede salir adelante si tiene en su mentalidad trabajo y entrega. Es preocupante que en este país haya personajes que siempre buscarán tener riqueza con el menor esfuerzo y con conexiones peligrosas. Estamos en un punto, el día de hoy, en el que tendremos que decidir cientos de cargos públicos en las elecciones. Estos es algo que se debe tomar con responsabilidad e inteligencia. Cada quien sabe lo que quiere para México, pero también es responsable de lograrlo.

Si cada mexicano pensara que se pueden hacer cosas importantes para la sociedad, este país sería otro. México necesita gente comprometida para salir adelante. De nada vale lamentarse; si va a haber un cambio, es porque el pueblo lo ha decidido y hay que aceptarlo.

No debemos tener miedo ni llorar por quien llegue a la Presidencia; mejor será pensar bien nuestro voto, tener confianza y trabajar. Lo peor que podemos hacer es pensar que todo está perdido, cuando México es grande por su gente sin importar quién esté en el poder, siempre y cuando se haga el esfuerzo por salir adelante. Aunque el camino sea largo y parezca complicado, debemos sumarnos al ganador.

Profesor

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