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El Colegio Académico de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) aprobó los estados financieros de 2016, con la recomendación de analizar las limitaciones que tuvo el contralor de esa casa de estudios para avalarlos, y revisar la normatividad interna tras discrepancias sobre el destino de 185 millones de pesos del presupuesto federal que se le entregó a esa institución educativa.

Al retomar la sesión 420, el Colegio Académico reconoció que existió una discrepancia de 185 millones de pesos entre los registros contables y los estados financieros de la universidad que dejó la administración saliente del rector Salvador Vega y León.

El problema fue atribuido a los criterios que utilizaron la Contraloría y la Rectoría General para revisar los estados financieros de la universidad.

“El criterio de registro contable que tuvo la Contraloría durante la revisión de los estados financieros de la universidad fue que los gastos se basan sobre reconocer todas las erogaciones independientemente del origen de los recursos. El criterio que argumentó la administración es no reconocer en el estado de actividades las erogaciones asociadas al fondo de obras, bienes muebles y becas que no provienen del subsidio federal ordinario sino de años previos”, señala el dictamen del grupo de trabajo que se creó para analizar el tema.

El 30 de junio, el Colegio Académico suspendió la sesión 420 tras 14 horas de discusión por las discrepancias que se presentaron entre el informe del contralor de la UAM y los estados financieros de la Rectoría General.

La universidad designó un grupo especial de trabajo conformado por miembros del Colegio Académico para aclarar la situación.

En el análisis que elaboró este grupo de trabajo se encontró que los 185 millones de pesos están en las arcas de la universidad, pero estaban localizados en diferentes cuentas bancarias.

“La discrepancia entre ambas posturas no tienen impacto alguno sobre el patrimonio de la universidad, aunque sí genera resultados diferentes en su composición”, reportó el grupo de trabajo especial, cuyo informe fue leído por el rector general de la institución, Eduardo Abel Peñalosa Castro.

“Los 185 millones de pesos asignados para obras en el Presupuesto de Egresos de la Federación que no fueron erogados, se encuentran en las cuentas bancarias correspondientes”, leyó el rector en la sesión que se efectuó en la Rectoría General.

A partir de esta postura, la comisión recomendó aprobar los estados financieros en los términos en que los presentaron el ex rector Salvador Vega y León, y el todavía secretario general, Norberto Manjarrez; que se analicen las limitaciones del contralor interno y que se establezcan las medidas para evitar que se vuelvan a presentar estos problemas en próximos años, además de analizar la normatividad para evitar que vuelvan a ocurrir estos conflictos.

Entre abril y junio pasado, el contralor de la UAM, Enrique José Garcini Elizondo, envió dos oficios al rector general Salvador Vega y León, y al Patronato de la Universidad Autónoma Metropolitana en los que alertó sobre las limitaciones y dificultades a las que se enfrentó para validar y firmar los estados financieros de la institución al 31 de diciembre de 2016.

Señaló que no firmaría esos estados financieros y que se veía imposibilitado de entregarlos al auditor externo por las dificultades a las cuales se enfrentó para revisar el manejo del presupuesto público de la universidad.

El contralor enlistó 17 limitaciones derivadas de la revisión a los estados financieros: que la rectoría general no entregó a tiempo los estados financieros, que se le restringió el acceso a diversas aplicaciones del Módulo de Control Presupuestal, el registro y la validación por áreas ajenas a la Contraloría de mil 630 adecuaciones presupuestales por más de 60 millones de pesos, movimientos financieros para sufragar déficits en el pago del Impuesto sobre la Renta (ISR), y que no fue posible verificar el “adecuado registro contable y presupuestal”, entre otras.

“La Contraloría no pudo asegurarse de la veracidad y confiabilidad de las cifras presupuestales y financieras para la integración de la Cuenta de la Hacienda Pública Federal 2016 remitidas a la Secretaría de Hacienda por no disponer oportunamente de la información necesaria y detallada.

“Como resultado de la información presupuestaria se detectaron inconsistencias que muestran un doble registro”, describe el contralor como parte de las limitaciones que se le presentaron para auditar los estados financieros de la UAM.

Después de una discusión de más de una hora, el Colegio Académico pasó los estados financieros al 31 de diciembre de 2016, pero comisionó al rector Peñalosa Castro para que mande llamar a comisiones especiales para analizar la normatividad interna de la institución y así evitar que se vuelvan a presentar los problemas descritos por el contralor.

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