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Las familias de los cinco lesionados en la riña de los institutos Irlandés y Cumbres no presentarán ninguna denuncia, porque llegaron a un arreglo en el que cada quien pagará los gastos médicos de su hijo y le impondrá un castigo “ejemplar”.

“Cuando hay una pelea en la que no participa la delincuencia organizada sino jóvenes que han tomado malas decisiones, no se debe llegar a lo penal, sino poner límites. No queremos jóvenes en cárcel por una pelea donde están ellos platicando y conciliando, además, este tipo de conflictos no se persigue de oficio sino se presentan a denunciar, la procuraduría no tendrá poder para accionar porque se llegó a un acuerdo extrajudicial”, explicó el abogado defensor Jorge García.

En conferencia de prensa, García Villalobos, presidente del Consejo Nacional de la Abogacía y en representación de las familias involucradas, detalló que la riña no fue entre estudiantes graduados, sino amigos o conocidos que llegaron al “after” con un grado de intoxicación que derivó en está agresividad: “Un joven creyó escuchar que lo insultaron y ahí comenzó la batalla campal”.

Estos invitados ingresaron al recinto a las dos de la madrugada, luego de pagar mil 500 pesos.

Precisó que de los muchachos heridos ninguno es menor de edad; tienen entre 18 y 23 años y destacó que contrario a lo que se había dicho, en la trifulca que ocurrió el fin de semana pasado no participó ningún escolta.

“No hubo participación de guaruras, y éstos tampoco prohibieron el acceso o salida por la puerta principal, así lo reportaron quienes estuvieron ahí. Un escolta no puede entrar para defender a nadie, a menos que sea extremadamente necesario, debe ser tolerante y no mostrar prepotencia, además de estar certificados”, aseguró el abogado García Villalobos.

El defensor afirmó que el hecho de no presentar una denuncia no significa que se minimicen los hechos, sino que las partes se otorgaron el perdón: “En este caso, las familias se conocen y son amigas, no es necesario presentar denuncias correspondientes, ayer estaban reunidos todos, papás e hijos platicando, planeando como iban a salir del problema, no podemos impulsar a estos muchachos a denuncias y demandas sin fundamento, nadie debe sacar provecho de un caso tan lamentable”.

Ante la riña en la que se vieron envueltas dos instituciones que pertenecen a los Legionarios de Cristo, el consejo exhortó a las autoridades, padres de familia y personas que renten lugares para realizar eventos, a no permitir que los jóvenes ingieran alcohol en cantidades exageradas, y que aquellos que sean menores de edad, no puedan consumir una gota de bebidas embriagantes.

“Exigimos cero tolerancia a la violencia, cero tolerancia al alcahuetismo de los papás, cero tolerancia al consumo excesivo del alcohol. Pedimos que se involucren más las autoridades pertinentes, de la SEP, de la procuraduría [General de la República], escuelas, y empresarios que tengan sus lugares para que exista un protocolo para saber cómo actuar en caso de una pelea”.

En este sentido, García Villalobos celebró que ningún menor de edad resultara herido de gravedad, pero al tiempo se preguntó qué hace un chico que no ha cumplido los 18 años en una fiesta a las cuatro de la mañana: “Tenemos que trabajar, porque no queremos ver a muchachos perdidos en el alcohol y en las drogas, es una labor de toda la sociedad, desde padres, los tres órdenes de gobierno y los propios jóvenes”.

Además de su pronunciamiento, el consejo presentará ante autoridades federales, locales y estatales, una propuesta para regular las fiestas de graduación, la venta y consumo de alcohol y otro tipo de sustancias ilegales, y la prohibición de los “after”.

“Las escuelas y los padres de familia deben involucrarse en la planeación de estos eventos, porque estamos viendo que los jóvenes no saben tomar decisiones, no podemos y no debemos ser tolerantes, como amigos de nuestros hijos y dejar que hagan lo que quieran, debe existir responsabilidad y comenzar a regular estas celebraciones. Hay que tener claro que sí existe alguna rivalidad, debe ser en eventos deportivos o culturales, no podemos permitir una afición a la violencia, al alcohol y a las drogas”.

García Villalobos dijo que todas las partes involucradas buscaron a la organización de la que es presidente, con el objetivo de impulsar y emprender una campaña para prevenir el consumo de bebidas alcohólicas y drogas entre jóvenes estudiantes, además de instalar arcos detectores de metal en este tipo de eventos.

“No podemos dejar que en estos sitios se venda alcohol, que haya una barra libre en la pista de baile para que los jóvenes no tengan que desplazarse. También debe existir un límite de cupo y con el famoso ‘after’, lo que se genera es que se llene el salón y esto se vuelve peligroso, no sólo por las peleas y conflictos, sino por cuestiones de protección civil. Es importante que se haga revisión de armas, porque suponemos que todos tenemos cultura de cero violencia, pero deberían existir arcos detectores en estas fiestas, puesto que hasta ahorita no hay muertos y no queremos que haya en futuros casos”, concluyó.

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