Lo único que le ha costado acostumbrarse a la cadete Yadira al estudiar en la Heroica Escuela Naval fue pasar de una ciudad con una altura de 2 mil 500 metros a vivir a un lado del mar, porque “aquí la temperatura es muy húmeda.

“En el Estado de México estamos por mucho a 17 grados, en cambio aquí hay días que llegamos a 42, es muy húmedo. Es un cambio enorme”, comenta.

La estudiante de Ingeniería Naval de sexto semestre explica que su vida ha cambiado radicalmente a partir de que ingresó a esta escuela, debido a que “tienes que cambiar tu vida, es dejar a tu familia, gustos, forma de vivir, también tienes que cambiar tu rutina, ahora estás todo el día ocupada, desde antes que salga el sol, estar concentradas en tus estudios y en actividades físicas”.

Para la joven cadete estos sacrificios han valido la pena, debido a que estudiar en esta universidad la ha ayudado en todos los aspectos de su vida, tanto personal como en lo académico.

“Todo ha valido la pena. Me gusta todo lo que me ha dado esta escuela. En primera, mi carrera, me gusta mucho el plan de estudios, las oportunidades que se dan cuando egresamos, el trabajo que se hace para cumplir con cada objetivo académico. Me ha ayudado también en mi persona, trabajando en muchos aspectos, como estar al mando de un grupo de personas, mantener la calma en situaciones difíciles y en el aspecto físico”, dijo la estudiante.

En un par de días, durante el periodo de vacaciones de la institución, la joven cadete regresará a su casa, en el Estado de México, donde la esperan sus padres, hermanos y amigos, de quienes dice siempre ha contado con su apoyo.

“Mi familia está feliz de que esté aquí. Sé que se ponen tristes de que no esté con ellos, pero saben que es por mi futuro porque estudio en una buena institución. Estaré unas semanas con ellos y me regresaré, por eso trato de pasar el mayor tiempo con ellos. Me cuentan lo que ha ocurrido en la familia y les platico lo que hacemos aquí”.

A mitad de su carrera como ingeniera naval, la cadete indica que desde que vio la convocatoria de ingreso a esta universidad, sabía que tenía que estar aquí y trata de aprovechar cada día.

“Sabía lo que era venir a esta escuela y de su disciplina y reglas. No me arrepiento, al contrario, estoy agradecida de estar aquí. ¿Por qué? Simplemente porque es la mejor, no podría estar en otra escuela que no fuera ésta”, señala la joven.

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