México enfrenta cuantiosos retos para asegurar el acceso al agua potable de calidad y saneamiento de toda su población, incluyendo las comunidades indígenas y marginadas, alertó Léo Heller, relator especial de la ONU, sobre los derechos humanos al agua y saneamiento.

Al presentar los hallazgos preliminares de su visita a México, Heller destacó que aunque las estadísticas señalan que el 94% de la población mexicana tiene acceso al agua potable y el 93% al saneamiento, estas cifras no se traducen en un acceso real al líquido el cual es "dramáticamente inferior"; señaló que tan sólo en la CDMX, el 70% de la población recibe agua durante menos de 12 horas al día.
Apuntó que el recorte presupuestal  del 37% para los servicios de agua y saneamiento en 2017 "tendrán un potencial efecto dramático en la progresiva realización de los derechos humanos al agua y saneamiento  en el corto y mediano plazo".
"Una proporción significativa de la población no recibe servicios a nivel de los estándares que indica la Constitución Mexicana. Un barrio de marginado de la CDMX depende del uso de burros para transportar agua, mientras que en Filomeno Mata en Veracruz más de 13 mil personas dependen de manantiales y tienen una planta de tratamiento de aguas residuales que no funciona", dijo.

El relator especial de la ONU sobre los derechos humanos al agua y saneamiento realizó una visita a México del 2 al 12 de mayo para identificar los principales obstáculos para garantizar el acceso al agua y asegurar el disfrute de este derecho humano.

ahc

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