politica@eluniversal.com.mxl

La medalla de oro del Premio Nobel de la Paz que recibió el diplomático mexicano Alfonso García Robles en 1982 fue adjudicada ayer por casi medio millón de dólares en una subasta organizada por la casa Christie’s en el Rockefeller Center de Nueva York.

La medalla, que hasta ahora se encontraba en manos de la familia de García Robles, fue vendida a un comprador anónimo a un precio de martillo de 400 mil dólares, que con comisiones incluidas sumó un total de 487 mil 500 dólares.

Está hecha con oro de 18 kilates y ostenta 2.5 pulgadas de diámetro; la casa de subastas le estima un valor de entre 400 mil y 600 mil dólares.

Tras su adjudicación se convierte en la quinta medalla de un Premio Nobel de la Paz que ha sido subastada.

Antes fueron vendidas al mejor postor las medallas que recibieron el británico Randal Cremer, en 1903; Auguste Beernaert, 1909; el francés Aristide Briand, 1926, y el argentino Carlos Saavedra Lamas, en 1936.

Alfonso García Robles recibió el galardón por impulsar el Tratado de Tlatelolco, el cual ha mantenido a la región de Latinoamérica y el Caribe libre de armas nucleares desde 1967. Por ello, el diplomático también es conocido como “el padre del desarme”.

El escritor Rafael Medina Martínez, autor del libro Alfonso García Robles, Premio Nobel de la Paz, informó a EL UNIVERSAL el pasado 15 de febrero que la presea fue vendida por la mitad del precio que podría haber alcanzado, 800 mil dólares.

“No se vio ninguna participación del gobierno ni la compró ningún mexicano. Es parte de la marginación que se le ha dado a este personaje importante de la diplomacia internacional”, dijo.

En su libro, destaca la labor diplomática del también ex canciller mexicano. El autor relató que su impresión fue grande cuando supo de la labor de García Robles, pero más grande fue su decepción al darse cuenta de que es un personaje que en México no tiene el debido reconocimiento.

“Al saber que es un hombre olvidado y que no existe libro alguno sobre su vida y obra, que no estaba su nombre en la Rotonda de las Personas Ilustres, a partir de ese momento me di a la tarea de investigar su vida y conocer más de cerca todos sus logros, enseñanzas y sus herencias”, afirmó.

La vida de García Robles siempre fue muy hermética y su paso como canciller tampoco está bien documentado, pero la etapa por la que más se le recuerda es cuando estuvo en el comité de desarme de Ginebra en los 80.

“Los testimonios hablaban de esa etapa, pero nada sobre su infancia, su formación; fue una labor profunda en hemerotecas y de entrevistas”, dijo. Con información de agencias

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses