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El horario de verano no afecta la salud en forma agresiva. El cuerpo humano tiene mecanismos de adaptación en el cerebro que se activan para sincronizar los ritmos fisiológicos al nuevo horario de manera inmediata, aseguró Reyes Haro Valencia, director del Instituto Mexicano de Medicina Integral de Sueño (IMMIS).

En entrevista con EL UNIVERSAL, el especialista señaló que “de igual manera que sucede con los fines de semana, cuando nos levantamos más tarde o nos desvelamos”, podrían presentarse dificultades para dormir esa noche y confusión la tarde del siguiente día, pues se prolonga el ciclo de luz.

Mañana inicia el Horario de Verano, por ello se recomienda a las personas que hoy, antes de irse a dormir, adelanten una hora sus relojes.

Reyes Haro aceptó que pueden presentarse algunos síntomas como fatiga, malestar, irritabilidad, somnolencia y bostezos, pero no representan un problema mayor, en contraste con otros desfases del sueño que se dan de manera consciente.

“Como la gente que duerme poco entre semana y cree que durmiendo mucho el fin de semana va a recuperar el sueño perdido”, expresó.

Explicó que el reloj biológico que permite la adaptación al cambio de horario forma parte de una estructura anatómica conocida como núcleo supraquiasmático, donde se cruzan los nervios de ambos ojos. Esta zona del cerebro regula diversas conductas, entre ellas la adaptación a los cambios de horario. Se activa cuando éstos se dan y permite los ajustes necesarios sin causar efectos.

En un sondeo realizado por EL UNIVERSAL, algunas personas coincidieron con el especialista en que no hay afectación del sueño con el horario de verano.

Fernanda, estudiante de medicina y Francisco, estilista, dijeron que al dormir la misma cantidad de horas no representa un gran cambio.

“En parte afecta porque es una hora menos de descanso la primera semana y el cuerpo lo reciente los primeros días, después uno vuelve a retomar otra vez la rutina”, afirmó Manuel, quien es estudiante.

Algunos más aseguraron que sí repercute, puesto que implica despertarse una hora más temprano. Así lo confesó Giselle Márquez, estudiante de diseño y comunicación visual: “Este horario sí me afecta porque me levanto a las cuatro y media para ir a la escuela y obviamente me voy a tener que levantar más temprano y prácticamente dormiría muy poco”.

Mantener horarios irregulares para dormir durante los fines de semana o en temporada vacacional sí altera el reloj biológico y puede iniciar problemas de insomnio, destacó Haro.

“En México, y los otros 100 países en los que se aplica el cambio de horario dos veces al año no existe evidencia de que esto afecte la salud física o mental de las personas.

“Hay quejas, pero ni un sólo reporte de que alguien se haya visto afectado por este cambio. En la mayoría de los estados ya lleva más de 20 años aplicándose, y en otros más de 50”, explicó Haro Valencia.

Recomendó para reducir molestias de adaptación, evitar las siestas días antes al cambio de horario y durante la primera semana del mismo.

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