En México existen 3 mil fisioterapeutas con cédula profesional, según la Asociación Mexicana de Fisioterapia (AMEFI), mientras que cifras oficiales señalan que en el país son 10 millones de personas con algún tipo de discapacidad, por nacimiento, enfermedad o accidente, quienes demandan terapia física y ocupacional.

Ante ese problema, las terapias física y ocupacional ocupan un papel preponderante frente a la longevidad y la salud en materia de tratamiento y de prevención.

El 1 de septiembre de 2001, gracias a un convenio entre la Universidad Autónoma del Estado de México y su Facultad de Medicina, se pusieron en marcha las licenciaturas en Terapia Física y Terapia Ocupacional para crear el Instituto Teletón de Estudios Superiores en Rehabilitación (ITESUR).

En el año 2013, el ITESUR inició una nueva etapa y se inauguró la Universidad Teletón como una institución privada con las licenciaturas en Terapia Física y Terapia Ocupacional, de manera presencial, y las licenciaturas en Administración, Pedagogía, Psicología Organizacional y Administración de Tecnologías de la Información, totalmente en línea.

Hasta ahora 10 generaciones se han formado como terapeutas físicos y ocupacionales desde que el ITESUR fue inaugurado.

Desde 2002 a la fecha han egresado 247 médicos: 187 del Curso de Posgrado de Alta Especialización en Rehabilitación Pediátrica; 27 de Rehabilitación Pulmonar Pediátrica; 18 en Medicina de Electrodiagnóstico, y 15 en Medicina de Rehabilitación.

Cada una de las licenciaturas cuenta con reconocimiento de validez oficial emitido por la Secretaría de Educación Pública. Los cursos deTerapia Física y Terapia Ocupacional tienen una duración de cuatro años, además requieren un año de servicio social. En el caso de las licenciaturas en línea, su duración es de tres años con cuatro meses, con titulación automática.

Actualmente en la Universidad Teletón se forman 176 alumnos activos. En agosto del presente año egresó la primera generación, con 147 terapeutas físicos y 63 terapeutas ocupacionales, tres administradores, cuatro administradores de tecnologías de información, 21 pedagogos y 18 sicólogos organizacionales.

Fanny Alejandra Ayala Martínez es una de las alumnas que se forma como licenciada en Terapia Ocupacional por esta institución. Cuenta con seis pacientes en el CRIT Teletón Iztapalapa, en las áreas de enfermedades congénitas, neuro-musculo-esquelética, de estimulación temprana y parálisis cerebral.

Ella hace su servicio social en el CRIT Teletón Iztapalapa y comenta: “Nos interesa darles a nuestros pacientes, desde recién nacidos hasta adultos mayores, las herramientas para que derriben las barreras que los limitan, para que recuperen su independencia e inclusión. Queremos conseguir la máxima funcionalidad de la persona con algún tipo de limitación, ya sea física, neurológica o cognitiva y conductual”.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la terapia ocupacional es el conjunto de técnicas, métodos y actuaciones que a través de actividades aplicadas con fines terapéuticos previene y mantiene la salud, favorece la restauración de alguna función y suple los déficits invalidantes para conseguir la mayor independencia y reinserción posible del individuo en todos sus aspectos: laboral, mental, físico y social.

“La terapia ocupacional es una profesión orientada a la promoción de la salud y el bienestar a través de la ocupación. Su principal objetivo es capacitar a las personas para participar en las actividades de la vida diaria. Los terapeutas logran este resultado al habilitar a los individuos para realizar aquellas tareas que ahora los limitan. Este tipo de terapia se ejerce en una gran variedad de ámbitos: hospitales, centros de salud, domicilios particulares, lugares de trabajo, residencias de ancianos”, explica María del Carmen López Catto, subdirectora de la licenciatura en Terapia Física de esta universidad.

“Estoy en disposición de estar en contacto con personas con distintas discapacidades, aquellas que tienen alguna limitación en sus actividades cotidianas. Es indispensable tener mucha paciencia y dedicación con mis pacientes; estoy en contacto con niños con autismo, personas mayores, personas con problemas neurológicos o con lesiones ortopédicas. Ayudo a que los adultos sean independientes en sus actividades de la vida diaria y laborales, o en la escuela, en el caso de los niños. Tengo pacientes que tienen restricción total de movimiento.

“En estos casos se les alinea, aplicamos técnicas que faciliten sus movimientos para que puedan aprender ciertos movimientos que probablemente no sabían que podían hacer.

“Muchas veces es necesario orientar a los padres de familia para que permitan que los niños exploren sus habilidades, porque los padres suelen sobreprotegerlos. Ellos no les permiten, por temor a que se lastimen, interactuar en su ambiente, lo cual retrasa su desarrollo”, comenta Fanny Alejandra.

Para Rita Solís, subdirectora de Terapia Ocupacional en la Universidad Teletón, lo que se busca con esa materia es brindar las herramientas para que las personas con discapacidad puedan realizar actividades diarias como alimentarse, asearse, vestirse, encender la luz, contestar una llamada  telefónica y usar una computadora. “Debemos hacer un análisis de su entorno para que puedan desarrollarse y favorecer su independencia”.

Paola Susana Villegas Herrera, quien actualmente realiza su servicio social en el CRIT Iztapalapa, terminó recientemente su carrera en Terapia Física y destaca que “ésta se encarga de llevar los agentes físicos como agua, calor, sonido , electricidad y ejercicios terapéuticos para curar o mejorar la condición neuro-osteo-muscular de los pacientes.

“Llevamos materias como Anatomía, Neuroanatomía, Piscología Aplicada a la Terapia Física, Terapia Física en Oncología, Terapia Física en Lesiones con Agentes Físicos y Químicos y Cirugía Reconstructiva.

“La terapia física es fundamental para la rehabilitación de nuestros pacientes. La Universidad Teletón nos ha ofrecido un programa que va de acuerdo con los estándares internacionales que pide la propia profesión.

Para mí la experiencia más difícil durante la carrera fue la terapia física con los pacientes quemados. No es fácil ver sufrir a los pacientes —durante la terapia física— con quemaduras tan severas, sobre todo si son niños. Ver sus avances nos reconforta y le da sentido a nuestra profesión”, afirma.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses