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México está enfermo de impunidad porque no están dadas las condiciones para que el ciudadano se atreva a denunciar, aseguró Andrea Ambrogi, presidente del Consejo Ciudadano de Seguridad y Justicia de Puebla.

Luego de presentar el Índice global de impunidad México (IGI-MEX) 2016, una investigación realizada junto con la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP), Ambrogi Domínguez dijo que los resultados obtenidos serán presentados a los partidos políticos para que consideren sus recomendaciones y los candidatos a un cargo de elección popular las hagan suyas en caso de ganar los comicios.

En entrevista con EL UNIVERSAL, indicó que el fin de dar a conocer la situación en la que está México es crear la cultura de la denuncia, y para ello las autoridades primero deben generar las condiciones y que los mexicanos recobren la confianza.

¿El primer eslabón de la cadena de impunidad es la cifra negra?

—Sí, la propia Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (Envipe) señala que 92.8% de los delitos no se denuncian en México. Entonces, ese es el eslabón más amplio en la cadena de impunidad. La gente atribuye no denunciar a que las autoridades no han establecido las condiciones para hacerlo. ¿Por qué? Porque es muy tardado el proceso, no confían en ellas o no sirve de nada presentar una denuncia.

La enfermedad en México es la impunidad, ¿cuál es el remedio?

—El remedio somos todos. Primero, trabajar en la cifra negra, que los ciudadanos recobren la confianza en las instituciones. Hay dos realidades distintas, hay una enorme diferencia: mientras para el Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP) se presentaron 1.5 millones de denuncias, para el Envipe los ciudadanos señalamos que hubo más de 33 millones de delitos.

¿Qué pasará si sigue esa tendencia de dos visiones de denuncias?

—Si no hacemos más cercanas las cifras, la impunidad seguirá creciendo, entonces no podemos esperar mejores procesos de procuración y administración de justicia si seguimos como ciudadanos sin reportar lo que pasa. Estamos dejando de denunciar por falta de condiciones.

¿Es necesario que el ciudadano deje de pensar en no denunciar por pérdida de tiempo?

—Es un círculo vicioso, pero el primer paso lo tiene que dar la autoridad y propiciar las condiciones para denunciar. No puede ser que en 49% de las denuncias se tarde más de tres horas un ciudadano en poderla realizar. Por eso hay que acercarle la justicia al ciudadano, y una manera de hacerlo es que su denuncia sea rápida y eficiente. Para recuperar la confianza proponemos que las agencias del Ministerio Público tengan cámaras para que sea grabada la interacción y documentar que el servicio es transparente.

Otra propuesta es que toda la información que se presenta en una denuncia no se quede en un cajón, y que se meta a una base de datos para presentarla a las áreas de seguridad pública. Que dejemos de medir en el país la incidencia delictiva únicamente con el número de denuncias que se presentan, eso no es una muestra representativa.

¿El documento que presentaron llegará a las autoridades?

Ese es el siguiente paso. Tenemos pensado hacer el ejercicio primero en los estados donde habrá elecciones y que los partidos políticos conozcan el diagnóstico, para que sus candidatos lo asuman como propio y poder normar su estrategia en caso de ganar, que forme parte de sus planes de trabajo.

Si no se aplican las recomendaciones del IGI-MEX, ¿qué pasará con el nuevo sistema de justicia penal?

El nuevo sistema lo que busca es despresurizar las áreas de procuración e impartición de justicia, pero el esfuerzo que se tiene que hacer es en la capacitación de las policías que ahora entran de manera mucho más importante al proceso, como encargados de preservar las pruebas. Es un trabajo titánico profesionalizarlas.

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