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San Cristóbal de las Casas, Chis.— A una semana de la visita del papa Francisco a Chiapas, el obispo Felipe Arizmendi lamentó que más de 10 mil indígenas y mestizos de comunidades y cabeceras municipales no hayan entrado donde se celebró la misa, “a pesar de haber llegado desde muy temprano, de tener su boleto y de haber peregrinado con gran esfuerzo para llegar” a tiempo.

Al término de su homilía, Arizmendi Esquivel dijo desconocer si el impedimento se debe “a la desorganización del Estado Mayor Presidencial, de quien dependió el ingreso, o hubo otras intenciones perversas y excluyentes... Fue injusto, inhumano, inexplicable y muy doloroso lo que pasó. Esto no dependió de la diócesis. Nos solidarizamos con quienes no pudieron ingresar y hacemos llegar esta palabra a quienes compete”.

Arizmendi Esquivel transcribió los mensajes de dos fieles católicos que no pudieron ingresar al Deportivo Municipal, donde se celebró la misa: “Soy una de las personas que no nos dejaron entrar a la misa. No se imagina usted la rabia que da, la impotencia que se siente al no poder hacer nada. Corrimos y corrimos para llegar a la entrada y nada. Al igual que yo junto con mi familia, cantidad de gente quedamos afuera con el boleto en la mano, con gran desesperación. Hasta hoy lloro de rabia, de tristeza, por la experiencia que viví. Le pido sus oraciones para encontrar la tranquilidad espiritual, porque siento horrible, y sé que esta oportunidad perdida ya no la volveré a vivir.

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