Durante el recorrido del Papa Francisco de la Antigua Basílica de Guadalupe al nuevo santuario, un niño atravesó el tapete de aserrín para acercarse al pontífice a saludarlo.

El jerarca religioso abrazó brevemente al menor de edad, quien portaba una pequeña pancarta, y prosiguió su camino hacia las escaleras de acceso al templo, donde le fue entregada una antorcha con la que encendió un pequeño pebetero, cómo símbolo de luz y paz.

afcl

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses