El maltrato animal representa una problemática seria en México y Latinoamérica, donde la falta de cultura y respeto a especímenes, da pie a estas prácticas, las cuales en Nuevo León persisten sin que se impulsen leyes de protección, señalaron especialistas en la materia.

Adriana Martínez Chavarría, presidenta de la organización Educación en Bienestar Animal (EBA), y Claudia García González, abogada experta en la protección de especies animales, comentaron sobre el panorama prevaleciente en Nuevo León, donde se existe unos mil 500 casos de maltrato al año, pero tan sólo se resuelven 100.

Martínez Chavarría destacó que a través de pláticas y seminarios en escuelas e instituciones, fomentan la tenencia responsable de los animales de compañía, particularmente perros y gatos.

“Es irnos a la raíz de la problemática, la desinformación en el cuidado a los animales, esto quiere decir que tanto animal abandonado en las calles, abandonado, maltratado, toda la crueldad hacia ellos, viene de una raíz que está poco atendida, que es el factor humano, que es la educación”, consideró.

“La educación que se nos ha dado ha sido muy carente en la cuestión del cuidado de los animales, de entender que son seres que sienten, sufren, tienen esta capacidad de percibir, de tener emociones, de percibir su entorno, de reaccionar ante él y sobre todo, de experimentar dolor”, manifestó.

Por ello, EBA impulsa programas educativos integrales dirigidos a las personas, “nuestro factor más importante aquí, no tanto es el animal, digamos que un animal bien cuidado, el bienestar animal es la consecuencia de nosotros haber ido con la gente, a informarla, a crear cultura, a fomentar valores de responsabilidad”, subrayó.

Martínez Chavarría refirió asimismo que desde hace cinco años han impulsado un diplomado para docentes, con el apoyo de la Secretaría de Educación estatal, mediante el Programa de Educación en Bienestar Animal para el Desarrollo Sustentable y sean los maestros transmisores de esto hacia sus alumnos.

“Impartimos conferencias y talleres sobre el bienestar animal en escuelas, universidades, empresas e instituciones gubernamentales y ofrecemos pláticas sobre la tenencia responsable de los animales de compañía en colonias”, abundó.

“El maltrato a los animales es una de las problemáticas sociales más fáciles de solucionar en nuestro país, porque sale de las casas, simplemente si cada quien es un dueño responsable y aplica en los cuidados básicos para los animales, vamos a erradicar esta problemática en poco tiempo, nada más que la gente tiene que informarse”, remarcó.

“Los animales no son un objeto, que se pueda comprar, desechar y tirarlo, lo venimos diciendo esto mucho, y generalmente así se toman, es un deseo, es un capricho”, acotó.

Abundó: “Generalmente se cree que hay que darle un perro al niño para que se haga responsable, en realidad esto es un error, el niño debe ser responsable primero, para luego tener un animal de compañía.

“La problemática sí creemos que es seria, en un país en desarrollo como es México y países latinoamericanos, que no se nos ha dado esta cultura y que realmente no tenemos leyes estrictas, sí creemos que es grave, lo podemos ver si hacemos una comparación con países desarrollados”.

Expuso que “un animal amarrado, encadenado, en un techo, en donde no le esté dando el bienestar, eso es maltrato, simplemente que pase hambre, que no se le dé el agua suficiente”.

“La línea del maltrato es realmente muy delgada, se rompe con mucha facilidad y todo por falta de información en los cuidados que merecen los animales y que la gente le está otorgando”, sostuvo la presidenta de la organización Educación en Bienestar Animal.

En cuanto a especies de animales domésticos, dijo que hay estimaciones en zonas urbanas, sobre una proporción de seis por habitante y de tres a uno en zonas rurales, “casi en todas las familias hay, en su mayoría son perros, el gato está tomando más o menos importancia”.

En muestreo del Fondo Internacional para la Protección de los Animales y su Hábitat, se dio la estimación de que el 85 por ciento de las familias mexicanas tiene perro, pero “desgraciadamente, más de la mitad de éstas, les permiten salir a la calle, por la idea de que el perro es libre”.

Lo anterior es grave, porque sin la protección de su dueño, un canino se pierde, lo roban o lo atropellan y en el caso de los no esterilizados, se aleja del domicilio en búsqueda de hembra, citó.

Caso aparte son los animales silvestres, sacados de su hábitat natural, que no se les da un alimento ni espacio acordes a sus requerimientos, sin que dichos especímenes estén preparados para su convivencia con el ser humano, expuso la protectora de animales.

Mencionó el caso de las iguanas, camaleones, víboras o leones, con los que “tampoco estamos capacitados para convivir con ellos y tienen mucho sufrimiento, porque no se les da la alimentación, ni la temperatura, ni su hábitat ideal, debe de pararse ese comercio y esa creencia de que los podemos tener en casa”.

En tanto, Claudia García González, abogada de EBA e impulsora de iniciativas legales contra el maltrato animal, lamentó que incluso y cuando haya leyes, éstas sean “muy básicas”, por lo que no se está en Nuevo León en una situación idónea sobre el particular.

Mencionó que, en conjunto con grupos multidisciplinarios de la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), el Colegio de Médicos Veterinarios de Pequeñas Especies, entre otras organizaciones civiles enfocadas a la protección animal.

Se busca una ley que proteja, prevenga y regule la relación de personas con animales, no sólo a nivel doméstico, sino también con especímenes que bajan de la sierra, al darse avistamiento de animales silvestres, como osos negros o insectos, en condiciones de riesgo, comentó.

Hoy en día “ni siquiera estamos a la par con algún estado de la República, donde por ejemplo ya es considerado un delito el maltrato animal, en nuestro estado no es aún así”, acotó.

Otro punto básico, agregó, sería la creación de registros o tener conocimiento de la cifra exacta de animales, al menos dentro de la zona metropolitana de Monterrey, lo cual ayudaría a organizaciones y autoridades a tener un mejor control de recursos para campañas de vacunación y protección.

Suele ocurrir, abundó, que se vacuna a animales de calle y a las semanas o meses se les sacrifica, por lo cual es un desperdicio.

Actualmente se puede dar el ataque de un animal en la calle e incluso, si tiene dueño, éste al final no se responsabiliza de los daños o lesiones, por lo que el registro contribuiría a evitar esto, apuntó.

“Se proponía un mayor control para personas físicas o morales que se dedican a la cría y a la enajenación de animales de compañía, principalmente perros y gatos, pero también un control y un registro, en cuanto a animales silvestres”, señaló la abogada.

Citó que “últimamente es muy común y lamentable que las personas adquieran animales silvestres, como si fueran de compañía, equiparables a un perro o un gato”.

“La gente adquiere un tigre, un puma o reptiles, particularmente algunos que son venenosos, y los tienen en su casa, después cuando crecen o cuando logran su máximo potencial de desarrollo, evidentemente ya no saben qué hacer con ellos, porque no son ni remotamente para convivir en una zona habitacional”, expresó.

Pese a iniciativas de ley promovidas, diputados locales de la recién concluida Legislatura LXXIII la analizaron durante dos periodos ordinarios y finalmente no legislaron, refirió.

La problemática es cuesta arriba en Nuevo León, donde la Dirección de Protección Animal, con escaso personal, “cinco o seis personas”, y está rebasada en cuanto a nivel de denuncias, aunado al hecho de que no hay recursos, ni espacio para atender, albergar y alimentar a animales maltratados, señaló García González.

“La última vez que hicimos una consulta, nos hablaban de cerca de mil 500 casos al año, de los cuales no se llegan a resolver más de 100, porque, insisto, no hay capacidad humana para atenderlos”, sostuvo.

La respuesta o solución a problemas de maltrato animal, sólo se da cuando se dan “casos mediáticos”, como el caso de Thor, un perro que fue amarrado de una pata trasera y arrastrado en la calle, además de ser golpeado en su cabeza y torso con un gato hidráulico, a fines de 2013.

Ahora, ante el inicio de una nueva legislatura de Nuevo León y el próximo gobierno estatal, se espera que el tema de protección a los animales sea incluido en las agendas, comentó.

“Estamos convencidísimos que la violencia que se ejerce hacia los animales, es la antesala de la violencia que vivimos como sociedad y en la medida en la que le pongamos atención a la prevención, en los animales, es la medida en la que lograremos evitar que la violencia crezca entre las personas”, puntualizó.

cg

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