Egresé hace dos años de mi carrera. Encontré trabajo en una empresa que se dedica al empaque flexible. Sin embargo, para poder dedicarme a mi pareja, dejé mi puesto. Ahorita, que deseó volver, no encuentro trabajo, el sueldo es súper bajísimo y son horarios “negreros”, de más de 12 horas o estar rolando, y todo por seis mil pesos, afirma Anahí Olvera, de 27 años de edad.

“Yo tengo experiencia, a lo mejor cuando vas iniciando el dinero no lo ves como un objetivo, sino como un aprendizaje. Cuando estás en la curva de aprendizaje no importa lo que te paguen, pero cuando estás en la recta, pues sí estás para exigir, porque tienes cómo apoyar a la empresa, dar ideas”, señala la joven, quien explica que cuando trabajó ganaba poco, pero “porque me dieron chance de estudiar y trabajar a la vez, ganaba cuatro mil pesos y estaba de lunes a viernes”.

Además, Anahí señala que “ahorita las oportunidades para los jóvenes son menos, porque cada vez hay más egresados, hay demasiada competencia y por lo mismo nos bajan los sueldos”.

“En las últimas entrevistas de trabajo que he tenido me dicen que hay muchos ingenieros, pero en realidad no quieren pagarnos como profesionistas, sino como obreros”, afirma la joven.

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