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El delito de trata de persona es un flagelo social que afecta tanto a México como a otros países de la región, por lo que se debe redoblar los esfuerzos para combatir esta situación.

En el marco del foro Contra de la Trata de Personas: Avances y Perspectivas, Felipe de la Torre, oficial a cargo de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito en México (UNODC), afirmó que "vivimos en una era de múltiples crisis y problemas", pues un número sin precedente huyen sus países por guerras y por persecución.

Por lo tanto, la comunidad internacional está enfrentando situación de migración, especialmente en África y America Latina, y los migrantes representan un negocio importante para el crimen organizado y crimínales que se dedican a la trata de personas.

"Hay un nivel inaceptable de impunidad y los tratantes de personas están perpetrando este delito siempre si percibir castigo alguno", condenó De la Torre.

Por lo tanto, consideró importante prevenir la trata de personas y atacarse a este flagelo.

A su vez, Roberto Campa, subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaria de Gobernación, señaló que hay "pocos retos son mas importantes y mas grandes que los que representa el flagelo social por el que se anula la persona conocido como la moderna esclavitud".

La trata de persona, agregó, es un delito que trasciende las fronteras y que se ha posicionado como el segundo proveedor de recursos económicos de la delincuencia organizada en el mundo después del tráfico de armas y de drogas.

Campa indicó que es necesario combatir este delito con la fuerza del Estado, proteger a las víctimas y reafirmar el imperio de la ley.

Por su parte, el ombudsman nacional de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), Luis Raul Gonzalez Perez, subrayó que se debe atender el fenómeno sobre la base de un enfoque de derechos humanos.

"Especialmente apostamos a la implementación de estrategias dirigidas a combatir la oferta y la demanda y a modificar patrones culturales abusivos y misóginos; esto, a través de estrategias de intervención sociológica y educativa para la construcción de identidad de género, basada en valores de respeto e igualdad esencial de las personas para disminuir relaciones asimétricas entre géneros", expuso el ombudsman.

Agregó que son las niñas, adolescentes y mujeres las que son las más vulnerables ante la trata de personas.

"Es indispensable que se piense en las victimas como personas que vivieron complejos procesos psicológicos de control por parte de sus tratantes y que en muchas ocasiones no podrán regresar a sus comunidades, por lo que, independientemente de los servicios de asistencia médica, psicológica y jurídica que se les deben proporcionar oportunamente, requieren herramientas para retomar sus vidas y logra ser autosuficientes. Y eso no se va a lograr si tienen que ser ellas las que se ajusten a las limitaciones institucionales, que les impiden acceder de forma real a los servicios que les permitan continuar con su vida y el ejercicio de sus derechos", explicó.

ovs

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