Jesús es un niño de nueve meses de edad que nació con un cráneo anormal, que no le permitía que su cerebro se expandiera y creciera, lo que le pronosticaba tener problemas neurológicos y psicomotrices.

El bebé fue intervenido por especialistas del Hospital General de México (HGM), quienes remodelaron su cráneo para que su cerebro tuviera una expansión normal.

De acuerdo con los médicos, este es el primer caso de una craneopatía total (remodelación total del cráneo) por una craneosinostosis (fusión prematura de la sutura craneana, que son los espacios que hay entre los huesos del cráneo), realizada a nivel institucional en México.

En conferencia de prensa, Jordi Puente Espel, coordinador del área de Cirugía Cráneo Facial del HGM, explicó que estos espacios que hay entre los huesos del cráneo se mantienen abiertos, porque la mayor extensión del cerebro ocurre en los primeros dos año de vida. Sin embargo, precisó, cuando se presenta una craneosinostosis es una condición en la que estos huesos se fusionan antes de tiempo, se cierran y no permiten el crecimiento y la expansión del cerebro.

Por eso, comentó, Jesús nació con un diámetro craneal anteroposterior incrementado (del frente hacia atrás muy aumentado), así como un diámetro biparietal disminuido, y una prominencia bifrontal y occipital.

Es decir, nació con un cráneo anormal y una falta de expansión del cerebro. “Esto puede llegar a condicionar problemas en funcionamiento neurológico, con una repercusión intelectual y en una función psicomotriz”.

Explicó que una vez estudiado el caso e informado a los padres de los riesgos, ellos firmaron su consentimiento para que su hijo fuera intervenido quirúrgicamente para modificar su forma craneana y proveer el volumen necesario en las regiones afectadas.

Acompañado de César Athie Gutiérrez, director del Hospital General de México, y de Silvia del Carmen Espinosa, jefa del servicio de Cirugía Plástica y Reconstructiva, Jordi Puente dijo que la frecuencia de niños que nacen con deformidades craneales en México es de 0.6 por cada mil nacidos vivos.

Entre los factores que condicionan la presencia de esta patología es por deficiencias vitamínicas de la mujer durante el embarazo, por algunos medicamentos que toma en la gestación y por la presencia de algunos genes, pero se considera que es una condición multifactorial.

El pequeño Jesús fue intervenido el pasado 28 de abril. La cirugía duró seis horas y participó un equipo multidisciplinario de especialistas. El coordinador del área de Cirugía Craneofacial expuso que la intervención consistió en quitar lo que impedía el crecimiento craneano y remodelarlo. “Se remodeló la frente y la parte de atrás del cráneo de Jesús”, informó.

“Los pacientes que tienen craneosinostosis, no es sólo una región afectada, sino todo el cráneo crece de manera anómala, porque el cerebro intenta buscar por dónde crecer, entonces se remodeló frente la porción media y la porción de atrás”, afirmó el médico con posgrado en cirugía craneoencefal y cirugía plástica pediátrica en Estados Unidos y Australia.

Destacó que una operación como la que tuvo Jesús, en hospitales privados tiene costos que superan los 100 mil pesos. Pero en el Hospital General de México, afirmó el director general, los costos los absorbe el Seguro Popular. En este momento, existe una lista de cuatro niños candidatos a realizarles la misma operación.

El paciente evoluciona satisfactoriamente, de acuerdo con los médicos, pues muestra un perímetro y forma craneana dentro de los parámetros normales. Además, de que el desarrollo cognitivo y psicomotriz se encuentran dentro de los límites normales.

Con la cirugía, afirmó Jordi Puente, Jesús crecerá sano, porque ya no está comprometido su cerebro, ni físico, morfológica o psicológicamente. Después de la cirugía, afirmó, “tiene una cabeza normal”.

A la cirugía se dará seguimiento de evolución de aquí hasta que alcance los 15 años de edad.

Silvia del Carmen Espinosa, jefa del servicio de Cirugía Plástica y Reconstructiva del HGM, detalló que las operaciones tradicionales que se realizan para corregir este defecto del cráneo consisten en retirar el segmento del hueso fusionado y dejar que el cráneo crezca, y a su vez el cerebro.

El pequeño Jesús llegó a la conferencia de prensa de brazos de su mamá Jacqueline y su papá Rafael, quien es pescador y viven en Zihuatanejo, Guerrero. Jesús nació el 6 de agosto de 2014. Su mamá, Jacqueline aseguró que cuando se lo dieron para que lo abrazara, los médicos no le dijeron que su bebé tenía una cabeza anormal. Hoy externa que se siente contenta porque su hijo crecerá al igual que todos los niños de su comunidad.

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