El penal del Altiplano, de donde se fugó Joaquín “El Chapo” Guzmán en 2015, cuenta ya con una certificación internacional que acredita que cumple con los estándares mundiales de mejor gestión y mayor seguridad.

La Embajada de los Estados Unidos informó que la Asociación Norteamericana de Correccionales (ACA por sus siglas en inglés) otorgó la acreditación a 17 cárceles mexicanas, con lo que actualmente 58 centros penitenciarios del país cuentan ya con certificación internacional, entre las que se cuentan todos los penales federales.

Además del Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) número 1 “Altiplano”, fueron acreditados el de Guanajuato y el Centro de Readaptación Social número 2 de Chihuahua.

“Se ha observado que las fugas e incidentes violentos serios han disminuido drásticamente o han desaparecido del todo en los centros acreditados; los internos se han beneficiado con acceso a una mejor alimentación y a programas de atención médica y pastoral”, afirmó Tobin Bradley, director de la Iniciativa Mérida de la Embajada de EU en México.

“Aunque la acreditación no es una panacea para los retos del sistema carcelario, el sistema de prisiones federales y estados como Guanajuato y Chihuahua han demostrado que el compromiso para la certificación conduce a grandes mejoras de seguridad en las cárceles y más allá de las mismas contribuyendo al fortalecimiento del estado de derecho”.

Además fue acreditado el Centro Federal de Readaptación Psicológica, Ayala, Morelos, lugar donde se encuentra recluido el ex gobernador de Quintana Roo, Mario Villanueva Madrid.

Cuatro Ceferesos de las Islas Marías, Nayarit, el de mínima seguridad Aserradero; Bugambilias; de seguridad máxima Laguna del Toro y el de Morelos.

A nivel estatal EU certificó también el Centro de Ejecución de Sanciones Penales Varonil Oriente, en la Ciudad de México; el Cereso Tepexi de Rodríguez, Santa Inés Ahuatempan, Puebla; el Centro de Internamiento y Ejecución de Medidas para Adolescentes, San José el Alto, Querétaro; el Reclusorio Metropolitano de Jalisco Núcleo Penitenciario Puente Grande; los Ceresos de Pénjamo, Salamanca, San Felipe y Acámbaro, en Guanajuato y la Dirección General de Reintegración Social para Adolescentes de León.

Para obtener la certificación, los centros debieron acreditar el cumplimiento continuo durante tres años, de 40 estándares básicos obligatorios y el 90% de los 97 estándares no obligatorios en materia de seguridad, protección, orden, nutrición y cuidados a la salud; programas y actividades de rehabilitación, administración y gestión, y justicia.

cg

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