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El ataque contra soldados cometido el pasado martes en el que elementos castrenses salvaron la vida de un presunto delincuente es un delito frecuente en Tamaulipas. Esta entidad es en la que la delincuencia organizada comete más ataques contra personal del Ejército. Acumula 76 uniformados muertos a balazos, ejecuciones y emboscadas, entre el 1 de diciembre de 2006 y el 1 de noviembre de 2016.

Sólo el 3 de agosto de 2013 fueron asesinados cinco soldados en una emboscada en Reynosa. La violencia y el elevado número de crímenes que se cometen se debe a que las células del Cártel del Golfo y Los Zetas se disputan la región.

De acuerdo con estadísticas oficiales, 2011 fue el año de mayor cantidad de ataques contra el personal de la Sedena, pues se registraron mil nueve atentados que dejaron 40 militares muertos. En cambio, en 2015 sólo se registraron 185 agresiones que dejaron 18 militares fallecidos.

De enero a septiembre de este año Tamaulipas registró 27 mil 990 denuncias por delitos del fuero común, 44 por homicidios dolosos y 91 por secuestro; pero de 2013 a la fecha acumula 150 mil 746 denuncias, 2 mil 161 homicidios dolosos y 779 secuestros.

En un video que obtuvo EL UNIVERSAL se observa el momento en que el personal del Ejército rescata a un integrante del crimen organizado, quien minutos antes participó en el ataque a militares del pasado 15 de noviembre.

El presunto narcotraficante le dio las gracias a los soldados por salvarle la vida. Era parte de un grupo de criminales que minutos antes intentó matar a los elementos de la Sedena en el municipio de Miguel Alemán, Tamaulipas.

Los hechos ocurrieron alrededor de las 08:30 horas, cuando los militares fueron agredidos a balazos por varias personas que viajaban en diferentes vehículos y llevaban fusiles de asalto y una ametralladora Barret antitanque calibre 50.

La célula del crimen organizado huyó y minutos después una de las camionetas de los sospechosos volcó en sobre un camino de terracería. Los militares fueron a buscarlos y hallaron a uno de los agresores atrapado en la camioneta color blanco.

“¡Háblame, háblame, habla cualquier cosa! ¿De dónde eres, de Reynosa?”, pregunta uno de los uniformados. La respuesta es ilegible, al parecer tiene 23 años de edad.

“Oiga, voy a desmayarme”, advierte el herido. “No, no, no, háblame, háblame. Tranquilo, respira, respira”, le contestan dos soldados, mientras se apresuran a colocar el gato hidráulico para levantar el techo aplastado.

El civil lleva puesta una playera roja y pantalón de mezclilla. Es rescatado y dos elementos del Ejército lo llevan en brazos hasta un lugar seguro para revisar sus lesiones y brindarle los primeros auxilios.

Varios soldados mantienen un cordón de seguridad en los alrededores.

“Gracias, gracias por salvarme la vida, ya en serio”, expresa el detenido, mientras voltea a ver a los cabos de sanidad que le curan las heridas, sentado en un montículo de tierra.

El Ejército aseguró un Barret calibre 50, tres fúsiles AK-47 conocidos como cuerno de chivo, cargadores, cartuchos y un chaleco antibalas con la leyenda “Operativa Miguel Alemán”.

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