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Culiacán, Sin.— Los delincuentes que emboscaron un convoy militar en esta ciudad, estuvieron minutos antes en el hospital de Badiraguato al que llegaron los soldados con Julio Óscar Ortiz Vega, alias El Kevin, el presunto delincuente que fue rescatado por sus cómplices.

Los sicarios habían ido a ese hospital para pedir ayuda porque uno de sus cómplices resultó herido en un primer enfrentamiento con otro grupo de narcotraficantes, en Bacacoragua, una ranchería localizada en el Triángulo Dorado de la Sierra Madre Occidental, informaron fuentes de inteligencia militar a EL UNIVERSAL.

Los médicos de guardia dieron los primeros auxilios al criminal, pero pidieron que se lo llevaran porque no había lo necesario para atenderlo; al poco tiempo llegó el convoy de elementos del Ejército con otro herido, El Kevin, quien recibió dos impactos de bala en hombro y pierna derecha cuando atacó el puesto de control militar.

El Kevin era parte del grupo delictivo que disparó contra los uniformados para abrirse paso en la carretera porque trasladaba a su cómplice herido; sin embargo, fue lesionado por los elementos castrenses y los delincuentes lo abandonaron para seguir su ruta al hospital de Badiraguato.

Aquella noche del 30 de septiembre los elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) descansaban en ese lugar. Se dedicaban a la localización y destrucción de plantíos de droga y tenían varios días en la sierra, agregaron las fuentes consultadas.

Colocaron la base de operaciones para descansar y hacer la planeación del día siguiente cuando llegaron pobladores de Bacacoragua para pedir ayuda porque dos grupos armados se habían enfrentado en la ranchería.

Los soldados se prepararon. La mayoría estaban agotados y con sueño. No buscaban delincuentes ni conocían a El Kevin.

Una de las células delictivas llegó al puesto de control. Un soldado les marcó el alto, pero no se detuvieron, los sicarios dispararon mientras seguían avanzando y los soldados contestaron la agresión.

El Kevin llevaba puesto un uniforme militar camuflado hecho en Estados Unidos y chaleco blindado. Sus gemidos de dolor atrajeron al personal militar. Suplicó que no lo fueran a abandonar y ellos le salvaron a vida.

Eran los 17 soldados de la 24 Compañía de Infantería No Encuadrada, quienes escoltaron la ambulancia 067 de la Cruz Roja a bordo de dos vehículos Humvee. Los médicos de Badiraguato le proporcionaron los primeros auxilios a El Kevin, pero rechazaron que se quedara.

Los uniformados y la ambulancia abandonaron el lugar para dirigirse a Culiacán, pero en la entrada de la ciudad, en la carretera México 15, frente al fraccionamiento Barcelona, fueron emboscados. El saldo fue de cinco elementos del Ejército muertos, 11 lesionados, entre ellos el paramédico de la Cruz Roja, y dos ilesos.

Esa noche del viernes 30 de septiembre, el mismo grupo del crimen organizado realizó tres ataques; el primero fue contra otros narcos en la ranchería de Bacacoragua; después atacó a elementos del Ejército que se encontraban en la carretera cuando iban a Badiraguato rumbo al hospital, con un cómplice herido. El último fue la emboscada en la entrada de Culiacán.

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